Antecedentes y objetivos: Una de las limitaciones del implante aórtico percutáneo es IAO paravalvular. Nuestro objetivo es identificar los posibles mecanismos que condicionan IAO, el tratamiento y evolución tras el implante percutáneo de la prótesis CoreValve.
Métodos: Cohorte prospectiva de 144 pacientes con estenosis aórtica severa que fueron tratados con la prótesis CoreValve. La regurgitación aórtica se cuantificó mediante angiografía a la finalización del procedimiento y, mediante ecocardiografía, a las 72 horas y 6 meses posprocedimiento.
Resultados: La prótesis se implantó con éxito a 141 P. En la angiografía inmediata 38 P (26.9%) presentaban IAO paravalvular > 2+ de Sellers. 32P fue por inadecuada expansión/aposición, precisando postdilatar. En 6P la causa fue una incorrecta posición de la prótesis tratándose con una segunda prótesis en 5P y recolocación con lazo en el 6ºP En la angiografía final 46P (32,6%) presentaban IAO 2+, 54P (38,3%) 1+ y 41P (29,1%) ausente. A las 72 horas, 33P (23,4%) tenían IAO moderada, 56 (39,7%) leve y 52 (36,9%) ausente. A 111 P (78,7%) se les realizó control ecocardiográfico a los 6 meses: 21P (18,9%) presentaban IAO moderada, 52 (46,8%) leve y 38 (34,2%) ausente. La concordancia entre el ecocardiograma a las 72 horas y a los 6 meses presento un índice de Kappa = 0,722.
Conclusiones: La identificación de los mecanismos de la IAO tras el implante y su tratamiento es vital para el resultado final del implante de la prótesis CoreValve. La IAO final leve o moderada es frecuente y se mantiene sin cambios en el seguimiento a medio plazo.