Antecedentes y objetivos: Fumar se ha relacionado, paradójicamente, con menor mortalidad a corto plazo tras un infarto agudo de miocardio (IAM). Esto podría deberse a las diferentes características de base de los pacientes, ya que los fumadores son significativamente más jóvenes cuando presentan un IAM. Nuestro objetivo fue analizar dicha paradoja del tabaco en jóvenes.
Métodos: Retrospectivamente, se seleccionó una cohorte de 118 pacientes consecutivos < 45a y se compararon con otros 236 de entre 45-75a, apareados por sexo y fecha de IAM con elevación del ST. Se analizaron las características de base, tratamientos, parámetros del cateterismo, y su evolución intrahospitalaria y a los 30 días, todo ello ajustado por edad y hábito tabáquico.
Resultados: La HTA y DM, fueron menos frecuentes en los jóvenes (p < 0,005). Un grado Killip avanzado al ingreso y el aclaramiento de Cr disminuido lo fueron más en la cohorte de = 45a. Se objetivó una predisposición en jóvenes a tener porcentajes mayores de flujo TIMI 3 antes y después del intervencionismo, con más colaterales y mejor perfusión miocárdica tras la angioplastia. Estratificando por tabaco, los no fumadores fueron más frecuentemente hipertensos (p = 0,03) y diabéticos (p = 0,03), ingresando con peor situación Killip y terminando con peor flujo TIMI 3 tras la angioplastia (p = 0,07). Así, el evento combinado (mace) y el número de reinfartos fueron más frecuentes en no fumadores (p = 0,05 y p = 0,05). El análisis multivariante reveló un efecto protector del tabaco para la aparición de mace a los 30 días (OR 0,918, IC95% 0,854-0,987, p = 0,020), que se mantuvo valorando de manera separada la cohorte de jóvenes (fig.).
Conclusiones: La paradoja tabáquica de mejor pronóstico a corto plazo, se mantuvo también en los jóvenes, por lo que es independiente de la edad. Nuestros hallazgos podrían contribuir, en parte, a explicar el curso diferente en jóvenes tras un IAM y a señalar un mecanismo de infarto diferente en los fumadores.