Introducción
Dr. José María de la Torre Hernández
Presidente del Comité Científico del Congreso. Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
Listado completo de comunicaciones
Índice de autores
Introducción y objetivos: El retraso diagnóstico de la endocarditis infecciosa (EI) es común debido a su baja sospecha clínica y su curso larvado. La precocidad del diagnóstico es crucial para iniciar el tratamiento y prevenir eventos adversos. Analizar el tiempo desde el primer síntoma hasta el diagnóstico confirmado por ecocardiografía en relación a puntuación APORTEI y aislamiento microbiológico, así como las implicaciones en cuanto a complicaciones y mortalidad.
Métodos: Estudio retrospectivo y observacional. Pacientes con diagnóstico de EI entre 2016 y 2023. Para comparar la media de días con los eventos, se usó la t de Student (2 grupos) y ANOVA (> 2 grupos), se realizaron análisis post hoc en caso de significación.
Resultados: De un total de 188 pacientes (72,5% varones; mediana de edad: 69 años, RIQ 68). La mediana de días desde el primer síntoma al diagnóstico fue de 17 días (RIQ 492). Un 65,6% de los pacientes se diagnosticaron de disfunción valvular significativa de novo (estenosis, insuficiencia o doble lesión), sin alcanzar significación estadística entre los grupos. En cuanto a la incidencia de embolismos cerebrales, sistémicos y shock séptico, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas. Respecto a los diferentes microorganismos, se han encontrado diferencias en cuanto a la precocidad diagnóstica con F(2,28) = 6, p = 0,04, entre S. bovis y S. aureus (p = 0,014), siendo más precoz este último. Se han hallado diferencias estadísticamente significativas al estratificar el riesgo con APORTEI score (bajo, moderado, alto y muy alto riesgo) F (3,14) = 3, p = 0,027, siendo significativo bajo riesgo comparado con alto y muy alto riesgo (p = 0,03 y p = 0,027 respectivamente). En un seguimiento de 28,4 meses, se ha registrado un 33,3% de exitus de causa cardiovascular, estos pacientes se diagnostican más precozmente con una media de 15,2 días, sin embargo los que sobreviven presentan un diagnóstico más tardío con una media de 30,9 días (p = 0,02).
Conclusiones: Los pacientes con peor pronóstico son aquellos con diagnóstico más precoz, probablemente debido a su curso más agresivo y ello coincide también con aislamientos microbiológicos más virulentos (E. coli, S. aureus), además de riesgo por escala APORTEI más elevado.