Introducción y objetivos: La desnutrición se asocia a un perfil lipoproteico desfavorable desde el punto de vista cardiovascular como consecuencia del estado proinflamatorio y de los cambios hormonales y metabólicos que asocia. La anorexia nerviosa se postula como un modelo válido en nuestro medio para la evaluación de la desnutrición y su repercusión en el metabolismo lipídico, factor estrechamente relacionado con el riesgo cardiovascular (RCV). El objetivo de este estudio fue explorar el perfil lipídico en pacientes con anorexia nerviosa (AN), basal y tras la normalización del índice de masa corporal (IMC).
Métodos: Se reclutaron 102 pacientes ambulatorios con AN según criterios diagnósticos de la clasificación DSM IV-TR y sin antecedentes familiares de dislipemia. Se determinaron en sangre, tras 12 horas de ayuno, el colesterol total (CT), cHDL, cLDL y triglicéridos (TGs) en dos momentos diferentes: basal (X) y tras la renutrición (Y). También se calcularon los índices aterogénicos LDL/HDL y CT/HDL como marcadores de RCV. Como rango de normalidad se consideró: CT < 200 mg/dL, HDL > 40 mg/dL, LDL < 100 mg/dL, TGs < 150 mg/dL. Se llevaron a cabo varios análisis estadísticos (χ2, t de Student, Wilcoxon, correlación de Pearson) para analizar las diferencias entre las muestras recogidas en los momentos X e Y.
Resultados: Se encontraron diferencias significativas entre el CTX y CTY (p < 0,05), HDLX y HDLY (p < 0,01) y TGsX y TGsY (p < 0,01). LDL/HDLX y CT/HDLX fueron anormalmente altos, disminuyendo en el momento Y de forma significativa (p < 0,05 en ambos casos). Se obtuvieron correlaciones significativas y negativas entre el IMCX y CTX (r = -0,331, p < 0,05) y entre los TGsX y HDLX (r = 0,387, p < 0,05).
Conclusiones: La normalización del peso en la AN se asocia con una mejora del perfil lipídico y una disminución de los índices aterogénicos. Esto resulta de particular interés en aquellos pacientes que permanecen con bajo peso en edades medias de la vida, donde el RCV cobra mayor valor pronóstico. No sólo el sobrepeso y la obesidad se asocian a un perfil lipídico desfavorable y un mayor RCV asociado, sino que también la AN y en general los estados de desnutrición conllevan un aumento de dicho riesgo. Se han postulado diversos mecanismos hormonales y metabólicos que explican estos hallazgos en los estados de desnutrición y que podrían ser objeto de estudio en futuras investigaciones.