Introducción: La estimulación en ápex del ventrículo derecho (AVD) puede aumentar la morbimortalidad en determinados grupos de pacientes, por lo cual, en aquellos que requieren estimulación ventricular, lo mejor es estimular donde sea más fisiológico y fácil de implantar. La zona septal del tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD) podría cumplir mejor con dicha función, aunque dependiendo de la zona de implantación, la anchura del ECG resultante varía de forma considerable.
Métodos: Nos planteamos implantar el electrodo ventricular en la zona septal del TSVD, en pacientes que no tuviesen indicación de resincronizador pero que cumpliesen al menos una de estas condiciones: FE 35-50%, QRS ancho basal > 120 ms, historia de insuficiencia cardiaca, menores de 60 años o con antecedentes de IAM.
Resultados: Desde mayo de 2012 hasta abril de 2013 hemos implantado a 34 pacientes con las condiciones mencionadas, el electrodo en septo del TSVD y según tuviesen una anchura de QRS ≥ o < 140 ms, se dividieron en 2 grupos y se analizaron datos eléctricos y radiográficos. Las características basales en ambos grupos fueron similares, con una edad media de 71 (32-85) años, 30% mujeres, 20% con disfunción VI y al 65% se les implantó un marcapasos bicameral.
Resultados |
|||
|
QRS < 140 ms |
QRS ≥ 140 ms |
p |
Nº pacientes |
19 |
15 |
|
Notch en II, III y aVF |
15% |
13% |
NS |
QRS negativo en deriv I |
47% |
40% |
NS |
Transición < V4 |
47% |
40% |
NS |
Posición alta del TSVD en Rx |
10% |
53% |
0,001 |
Anchura QRS en V1 |
134 ms |
151 ms |
0,06 |
TSVD: tracto de salida del ventrículo derecho. |
Conclusiones: El único parámetro relacionado con un QRS más ancho fue el implante en la zona alta o infundibular del TSVD. Los parámetros eléctricos analizados no fueron significativos.