Antecedentes y objetivos: El envejecimiento de la población y la mejoría en las técnicas diagnósticas y quirúrgicas han modificado las características de la endocarditis infecciosa. Nuestro objetivo fue analizar los factores epidemiológicos, clínicos, microbiológicos y el pronóstico de esta entidad en dos hospitales de nuestro entorno.
Métodos: Se analizaron de forma retrospectiva todos los pacientes con diagnóstico de endocarditis infecciosa desde 2004 a 2010. El objetivo primario a evaluar fue un end-point combinado de muerte debido a la endocarditis infecciosa o necesidad de cirugía cardiaca.
Resultados: Se incluyeron 78 pacientes con endocarditis infecciosa (38% mujeres), con mediana de edad de 69 años (desde 27 a 88 años). Un 54% de las endocarditis infecciosas asentaban sobre válvula mitral, 34% sobre válvula protésica y 12% sobre dispositivos intracardiacos. El Staphylococcus aureus fue el germen más frecuentemente aislado (22.7%), seguido de los estafilococos coagulasa negativo (14.7%), Streptococcus viridans y enterococo (12%). Un 63.6% de los pacientes cumplió el objetivo combinado. La mortalidad por endocarditis infecciosa alcanzó al 22.1% de nuestros pacientes, y un 48.7% precisó cirugía. El sexo femenino, el estado de shock y la infección por estafilococos coagulasa negativo fueron factores pronósticos adversos para alcanzar el objetivo primario (p < 0,05).
Conclusiones: En nuestro medio existe cada vez mayor número de endocarditis infecciosa que asientan sobre válvulas metálicas y dispositivos intracardiacos. El S. aureus ha sustituido al S. viridans como germen predominante en esta entidad. A pesar de las mejoras en las técnicas diagnósticas y terapéuticas, la endocarditis infecciosa continúa presentando una elevada morbimortalidad.