Introducción: El consumo de cocaína constituye un problema de salud pública de importancia creciente. Entre las causas más frecuentes de hospitalización de sus consumidores se encuentra la cardiopatía isquémica.
Métodos: Analizamos retrospectivamente las características clínicas, angiográficas y el tratamiento administrado a 17 pacientes que habían presentado síndrome coronario agudo (SCA) y admitían consumo reciente de cocaína desde diciembre 2011 a abril 2012.
Resultados: Todos los pacientes fueron varones, con edad media de 41 años. El 64,7% eran hipertensos, el 17,6% diabéticos y el 35,3% dislipémicos. El 11,8% tenía antecedentes personales de infarto. A excepción de un paciente ex fumador, todos eran fumadores activos; el 29,4% consumían alcohol diariamente; el 64,7% consumían cocaína ocasional (el 35,3% habitual) y el 52,9% consumían, además de cocaína, otras drogas ilegales (cannabis principalmente). El 35,3% había consumido cocaína en las últimas 24 horas, el 47,1% en la última semana y el 17,6% en el último mes. El dolor torácico fue el motivo de consulta de todos los pacientes. Otros síntomas frecuentes fueron palpitaciones, ansiedad y mareo. La elevación del segmento ST fue el patrón electrocardiográfico más frecuente al ingreso (64,7%), localizándose principalmente en cara anterior (52,9%), e inferior (35,3%). Se realizó angioplastia primaria en todos los pacientes que presentaron SCACEST (64,7%) y diferida (en las 72 horas siguientes) en un 29,4%. No se realizó coronariografía a un paciente ante clínica atípica y resultado negativo de la ergometría. En cuanto a las complicaciones, un paciente presentó shock cardiogénico, uno colitis isquémica y otro, pericarditis. Tres pacientes presentaron taquicardia supraventricular. La estancia media en la Unidad Coronaria fue 2 días y en sala de Cardiología 4 días. Ninguno de los pacientes recibió tratamiento con betabloqueantes.
Conclusiones: Dado que el consumo de cocaína influye en la estrategia terapéutica, los clínicos no debemos olvidar preguntar acerca de su consumo. El perfil clínico de estos pacientes, corresponde a un varón joven, hipertenso, fumador activo, y con frecuencia consumidor de alcohol y otras drogas ilegales. La mayoría presentan SCACEST de localización anterior, presentan enfermedad grave de un vaso y evolucionan a infartos no Q.