Objetivos: Evaluar la capacidad diagnóstica de la tomografía computarizada de 64 detectores combinando la información coronaria y tisular para identificar la disfunción ventricular izquierda (DSVI) de origen coronario.
Métodos: Se incluyeron de forma prospectiva 40 pacientes consecutivos (24 hombres y 16 mujeres), edad media de 61 años (rango 39-85) con diagnóstico reciente de insuficiencia cardiaca y confirmación ecocardiográfica DSVI (FE < 40%) con dilatación del ventrículo izquierdo (diámetro telediastólico > percentil 95% en función de la superficie corporal) de origen no filiado. Todos los pacientes estaban en ritmo sinusal y hemodinámicamente estables. Se excluyeron aquellos pacientes con contraindicación formal para la administración de contraste yodado o para la realización de la resonancia magnética (RM). Todos fueron sometidos al estudio habitual con coronariografía invasiva y resonancia magnética con contraste clasificando a los pacientes en 4 grupos. G1: Pacientes con lesiones coronarias que cumplen los criterios propuestos por Felker et al para identificar DSVI isquémica (estenosis > 75% en tronco común o descendente anterior proximal o = 2 vasos) y con necrosis en la RM (realce tardío del gadolinio). G2: Sin criterios coronariográficos de DSVI isquémica y sin necrosis. G3: Sin criterios coronariográficos de DSVI isquémica y CON necrosis. G4: Con criterios coronariográficos de DSVI isquémica y sin necrosis. Los pacientes fueron clasificados en los mismos 4 grupos mediante tomografía computarizada combinando la información coronaria y tisular (realce tardío del yodo con patrón de necrosis).
Resultados: La sensibilidad y especificidad para identificar a los pacientes isquémicos por criterios coronariográficos y con necrosis (G1) fue del 92% (74-100%, IC95%) y del 100% (88-100%, IC95%) y para todos los pacientes coronarios por criterios coronariográficos con o sin necrosis (G1 y G4) del 100% (96-100, IC95%) y del 96% (87-100, IC95%) respectivamente. El único paciente “isquémico no reconocido”, es decir sin lesiones coronarias pero con necrosis, fue correctamente identificado por ambas técnicas.
Conclusiones: La TCMD permite combinar la información coronaria con la tisular miocárdica y es una alternativa válida a la aproximación diagnóstica habitual con el uso del cateterismo y la resonancia con contraste.