Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Las lesiones coronarias del tronco común izquierdo (TCI) afectan a su porción ostial en el 18% de casos. El tratamiento en TCI es preferentemente quirúrgico aunque la aparición de stents farmacoactivos (SFA) ha permitido equiparar el intervencionismo percutáneo (ICP) en algunas situaciones con baja complejidad anatómica y escasas lesiones coronarias asociadas. El objetivo fue evaluar eficacia y seguridad del ICP sobre lesiones ostiales de TCI a muy largo plazo.
Métodos: Incluimos prospectivamente 32 pacientes (71,84 ± 12,64 años, 75% varones) con estenosis grave de novo en TCI ostial sometido a ICP entre junio de 2006 a abril de 2015. Evaluamos eventos cardiovasculares mayores (MACE): muerte, infarto no fatal, revascularización de lesión tratada (RLT) y trombosis tras seguimiento clínico prolongado a 10 años (mediana 39,6 meses).
Resultados: La presentación clínica fue como síndrome coronario agudo en el 59,4% (46,9% como SCASEST y 12,5% con SCACEST). El 46,9% eran diabéticos, el 43,5% tenían disfunción sistólica de ventrículo izquierdo moderada-grave y el 19,2% presentaba Killip 3-4. En el 12,5% los pacientes tenían TCI protegido. El EuroSCORE medio fue de 5,85% y en el 33,3% era ≥ 12%. El 46,9% de los pacientes tenían puntuación Syntax ≥ 32. En el 26,7% se utilizó SFA de primera generación y en el 73,3% de segunda generación (61,3% liberador de zotarolimus). Se realizó posdilatación en el 43,3% de los pacientes. El éxito angiográfico se logro en el 100% de los pacientes con una tasa de complicaciones del 3,1% sin que ninguna fuera mortal. Hubo 2 casos de ictus post procedimiento. En el seguimiento, la tasa de MACE a 10 años fue del 10% (muerte cardiovascular 4%, infarto no fatal 0,8%, RLT 6,5% y trombosis 0%). Se realizó seguimiento angiográfico en el 31,3%.
Conclusiones: El tratamiento percutáneo de lesiones ostiales de TCI ofrece alta eficacia y seguridad con escasos eventos adversos cardiacos a muy largo plazo, a pesar de la edad avanzada, el alto riesgo quirúrgico y la complejidad anatómica.