Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Recientemente ha sido propuesta una definición consensuada del patrón electrocardiográfico de repolarización precoz (RP). Nuestro objetivo fue determinar en deportistas de élite la prevalencia real de este hallazgo y relacionarlo con variables clínicas, demográficas, ecocardiográficas y de rendimiento.
Métodos: Se analizaron los electrocardiogramas (ECG) de todos los deportistas de alto nivel que fueron valorados mediante ECG y ecocardiograma en nuestro servicio durante el año 2014. Se estratificó a los deportistas en 2 grupos (RP, no RP) de acuerdo a si presentaban onda J con amplitud mayor de 0,1 mV en 2 o más derivaciones contiguas (excluyendo V1-V3) con ausencia de QRS ancho. Posteriormente, se compararon entre ambos grupos variables demográficas, clínicas y ecocardiográficas, y ergoespirométricas cuando existían.
Resultados: Se incluyó a 487 deportistas, 309 eran varones (63,4%), 24 de raza negra (4,9%) y con una edad media de 22,6 ± 6,4 años. Se objetivó RP en 108 de ellos (22,2%). En el grupo con RP el porcentaje de varones tendía a ser mayor (70,4 frente a 61,5%, p 0,09), así como de raza negra (12 frente a 2,9%, p < 0,001) y de mayor edad (23,5 ± 7,7 frente a 22,3 ± 6,0 años, p 0,103). Presentaban FC más bajas (56,4 ± 9,7 frente a 60,7 ± 10,0 lpm, p < 0,001) y un mayor índice de Sokolow (3,6 ± 0,9 frente a 2,8 ± 0,8 mV, p < 0,001). En el ecocardiograma presentaban mayor masa de VI indexada (96,8 ± 19,8 frente a 89,6 ± 19,6 g/m2, p 0,001), espesores ligeramente mayores: en septo IV (9,3 ± 1,3 frente a 8,8 ± 1,2 mm, p < 0,001) y pared posterior (9,4 ± 1,3 frente a 8,7 ± 1,3 mm, p < 0,001); y mayor tamaño de cavidades: aurícula izquierda (diámetro AP 35,2 ± 5,3 frente a 33,6 ± 5,0 mm, p 0,005) y ventrículo derecho (diámetro basal 4C 39,2 ± 5,6 frente a 38,0 ± 6,0 mm, p 0,059). Finalmente, en aquellos sujetos a los que se realizó ergoespirometría (367 deportistas, el 75% del total) se objetivó mayor consumo de O2 en grupo con RP (59,3 ± 9,2 frente a 54,7 ± 9,6 ml/kg/min, p < 0,001).
Conclusiones: En nuestro estudio la presencia de RP se relacionó con otros hallazgos electrocardiográficos, ecocardiográficos y ergoespirométricos generalmente asociados a la buena adaptación cardiovascular al entrenamiento y sugiere un origen benigno del mismo.