Antecedentes y objetivos: La implantación percutánea de prótesis valvular aórtica (IPPVA) es una alternativa a la cirugía en pacientes rechazados por alto riesgo. Sin embargo, un porcentaje variable de pacientes remitidos para IPPVA son finalmente rechazados para la técnica. El objetivo es describir las características clínicas y el pronóstico de los pacientes rechazados para IPPVA.
Métodos: Se estudiaron los pacientes remitidos para valoración de IPPVA, comparándose los pacientes sometidos a IPPVA con los que el IPPVA fue finalmente rechazado. El tipo de prótesis fue Edwards-Sapiens (solo transfemoral inicialmente y también trans-apical posteriormente).
Resultados: De 89 pacientes remitidos para valoración de IPPVA, 7 fallecieron durante la evaluación, 34 (46%) fueron sometidos a IPPVA y 48 (54%) fueron rechazados por anatomía arterial desfavorable (n = 16, 33%), patología no cardiaca con supervivencia limitada (n = 9,19%), exceso de riesgo (n = 7, 15%), estenosis aórtica no severa (n = 4, 8%), estenosis aórtica asintomática (n = 3, 6%) y otros motivos (n = 4, 8%), y 5 (10%) fueron reconducidos a cirugía. Los rechazados tenían una edad media de 85 años, y estas características: sexo femenino 59%, diabetes 22%, cardiopatía isquémica asociada 66%, fibrilación auricular 67% y enfermedad pulmonar obstructiva crónica 37%, sin diferencias estadísticamente significativas respecto al grupo de pacientes sometidos a IPPVA. Sin embargo, los pacientes rechazados presentaban en mayor porcentaje insuficiencia renal crónica (45% vs 9%; p < 0,001) y una menor fracción de eyección de ventrículo izquierdo media (44% vs 57% (p < 0,001). El seguimiento clínico medio fue de 11 meses (máximo 34). La supervivencia media de los pacientes rechazados fue de 16 ± 2 meses vs 25 ± 2 meses en los sometidos a IPPVA (p = 0,04). Dentro de los pacientes con rechazo de IPPVA, el pronóstico fue más favorable en los que el motivo de rechazo fue el presentar una estenosis aórtica no severa y/o asíntomática o aquellos que fueron reconducidos a cirugía (supervivencia media 25 ± 4 meses vs 12 ± 2 meses en el resto de los pacientes rechazados; p = 0,01).
Conclusiones: Los pacientes remitidos para valoración de IPPVA que son finalmente rechazados para la técnica constituyen una población con un perfil y una evolución especialmente desfavorables. No obstante, esta población es muy heterogénea, y el motivo de rechazo influye de forma significativa en este pronóstico.