Introducción: El cierre percutáneo del FOP se realiza fundamentalmente para prevenir nuevos eventos isquémicos neurológicos. Valoramos, en este estudio, la eficacia y seguridad de esta técnica.
Métodos: Evaluamos 800 pacientes remitidos para el cierre percutáneo del FOP en un centro de referencia desde enero de 1995 hasta mayo de 2010. Se analizaron motivos de indicación, características ecocardiográficas, dispositivos utilizados, complicaciones del procedimiento y persistencia de shunt residual en el seguimiento. Los eventos valorados en el seguimiento a largo plazo fueron la recurrencia de un evento isquémico neurológico (infarto cerebral o accidente isquémico transitorio), la reintervención y la muerte de causa neurológica.
Resultados: La edad media de los pacientes remitidos para la intervención fue de 50 ± 14 años, un 52% eran varones. El ictus criptogénico fue el motivo de indicación más frecuente (94%). La presencia de un aneurisma del septo interauricular se encontró en un 25,4% de los pacientes. En un 60,6% se utilizó un dispositivo Amplatzer. Durante el procedimiento se registró taponamiento cardiaco en 6 pacientes y en 4, embolización del dispositivo. Un paciente falleció durante la intervención. En un 7,2% se halló un shunt residual significativo en el seguimiento. En el seguimiento a largo plazo sobre una mediana de seguimiento de 3,1 años, la incidencia acumulada de eventos isquémicos neurológicos fue del 2,7%, la de reintervención fue del 5% y la de muerte de causa neurológica del 0,5%.
Figura. Supervivencia libre de eventos isquémicos neurológicos.
Conclusiones: El cierre percutáneo del FOP es una técnica segura, con baja frecuencia de complicaciones y eficaz en la prevención de eventos neurológicos.