Introducción
Dr. Héctor Bueno
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La disnea persistente tras la COVID-19 es un motivo frecuente de consulta en los últimos meses, y hasta el momento de mecanismo no aclarado. El personal sanitario ha sido uno de los grupos más afectados debido a su labor en primera línea. La ergoespirometría (CPET) es la técnica gold standard en el diagnóstico diferencial de la disnea, de manera que podría ser útil en la evaluación de los pacientes tras la infección por SARS-CoV-2, papel que en este contexto se desconoce.
Métodos: Realizamos un estudio unicéntrico y prospectivo incluyendo sanitarios que padecieron la COVID-19 con síntoma leves-moderados, sin hospitalización, entre marzo y diciembre de 2020 y que presentaban disnea de esfuerzo persistente 3 meses tras la infección, en ausencia de cardiopatía estructural. Se realizó ecocardiograma, espirometría y CPET.
Resultados: Se incluyeron 64 pacientes, sin disnea de esfuerzo previa a la infección, que referían deterioro funcional desde la enfermedad. Se excluyeron 7 sujetos por presentar cardiopatía estructural. Más de la mitad [32 pacientes (56,1%)] presentan una capacidad funcional (CF) inferior a la predicha (p50), destacando un VO2 pico del 79% (DE: 14,0%) del predicho, que supone una CF ligeramente deprimida. En este subgrupo se objetiva un VO2 a nivel de VT1 del 51,1% (DE: 4,2%) sobre el predicho, y un PulsoO2, y un OUES en rangos normales respecto a los predichos. El circulatory power estaba disminuido. 3 pacientes presentaron excesiva taquicardización durante el calentamiento. En los 57 pacientes no se objetivaron alteraciones en los parámetros de eficiencia ventilatoria, ni en la espirometría basal, BR final o en SatO2.
Descripción de la muestra.
Conclusiones: El patrón objetivado en nuestra serie de un VO2 pico en torno o inferior al 80% del predicho, un VO2 en VT1 en límites bajos, un PulsoO2 y un OUES normal; y la ausencia de alteraciones en los parámetros de eficiencia ventilatoria, en presencia de disnea, se visualiza habitualmente en pacientes con desacondicionamiento físico u obesidad, y es secundario a alteraciones en la utilización periférica del oxígeno, fundamentalmente a nivel muscular. En conclusión, en pacientes que han padecido la COVID-19, el deterioro funcional existe y puede ser cuantificado mediante CPET, reafirmando el valor de esta técnica. Los programas de ejercicio físico terapéutico podrían desempeñar un papel clave en el proceso de recuperación.