Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Tanto la longitud del stent como su solapamiento se consideran predictores de eventos adversos en el tratamiento percutáneo de la enfermedad coronaria difusa. No existe evidencia acerca del pronóstico asociado al empleo stents muy largos (SML) o solapados (SS) en el anciano, grupo con reconocido peor pronóstico tras ICP. Objetivo: comparar los resultados del implante de SML (≥ 40 mm) o SS en el anciano (> 65 años).
Métodos: Se incluyeron 470 lesiones en 424 pacientes > 65 años consecutivos (72,2% varones, 75,4 ± 6,8 años) en las cuales se realizó implante de SML (164 lesiones) o SS (306 lesiones). Se analizaron las características del procedimiento y la presentación del evento combinado [muerte cardiaca, infarto de miocardio (IAM), necesidad de revascularización de la lesión diana (TLR) o trombosis de stent (TS)] y los eventos independientes del mismo tras un seguimiento mediano de 21,4 meses (12,7-31,7).
Resultados: El 16,5% de los pacientes eran fumadores, el 45,6% diabéticos, el 79,7 hipertensos y el 55% dislipémicos. El 59,7% de las ICP fueron como síndrome coronario agudo y el 40,3% como cardiopatía isquémica estable. En un 72,7% se implantaron stents farmacoactivos mientras que en el 14,9% se combinaron con stents convencionales. La puntuación SYNTAX fue 23 ± 13,9. Un 26,9% de las lesiones eran bifurcadas. La longitud total tratada fue de 54,9 ± 19,6 mm. El vaso tratado con más frecuencia fue la descendente anterior (44,1%) seguido por la coronaria derecha (33,9%). Los procedimientos donde se implantaron SML precisaron menor cantidad de contraste (254 frente a 299 cc; p = 0,02) y menor tiempo de fluoroscopia (15 frente a 29 min; p < 0,01) que aquellos donde se implantaron SS. La tasa del combinado de eventos fue del 12,9% y similar entre grupos (p = 0,78) (muerte cardiaca: 7,8%, IAM: 2,5%, TLR: 2,6%, TS: 0,9%). La tasa de TLR fue inferior en los procedimientos con implante de SML (0,6 frente a 3,8%; p = 0,04). No hubo diferencias en la tasa de muerte cardiaca (6,1 frente a 8,7%; p = 0,33), IAM (1,2 frente a 3,2%; p = 0,21), y TS (0 frente a 1,4%; p = 0,3).
Conclusiones: En nuestra muestra, el intervencionismo coronario con el empleo de stents de gran longitud en el anciano se asoció a procedimientos más cortos y a menor dosis de contraste, así como a una menor tasa de necesidad de revascularización de la lesión diana en el seguimiento.