Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Algunos estudios y recomendaciones de expertos sugieren un incierto beneficio de la prolongación de la doble antiagregación (TAPD-P) en pacientes con stents coronarios bioabsorbibles liberadores de everolimus (BVS). Ante la falta de evidencia, el aumento del riesgo hemorrágico convirtió la TAPD-P en un tratamiento controvertido. Estudios han identificado los implantes con técnica subóptima como de mayor riesgo de trombosis del stent (TS) BVS, por lo tanto un grupo con posible mayor beneficio de TAPD-P. Nuestro objetivo es investigar el potencial beneficio del uso de TAPD-P en pacientes con implante subóptimo de BVS así como la incidencia de eventos hemorrágicos.
Métodos: Debido a la mayor incidencia de trombosis con BVS, se estableció un protocolo de TAPD-P hasta 3 años posimplante en aquellos que no se realizó implante óptimo según la técnica PSP (Predilation, Sizing, Postdilation) en el periodo octubre/2015-marzo/2017. El médico tratante decidía TAPD-P o no TAPD-P en función del riesgo hemorrágico (HAS-BLED ≤ 3 e historia de sangrado) y preferencias del paciente. Se analizaron las características basales, variables del implante y se siguió prospectivamente la incidencia de TS y eventos hemorrágicos de 1-3 años posimplante.
Resultados: En el periodo de estudio se implantaron 164 BVS en 140 pacientes, identificándose implante subóptimo en 85 (edad media 54 ± 10 años, 75% varones), siendo la predilatación subóptima el fallo de técnica más frecuente (61/85). Se instauró TAPD-P en el 35%, principalmente ticagrelor 60 mg (73%). No se objetivaron diferencias significativas en edad, FRCV, enfermedad coronaria/IAM previos ni disfunción ventricular (p = NS). El riesgo hemorrágico fue similar (HAS-BLED 1,63 ± 0,72 frente a 1,60 ± 0,78, p = 0,85) y el uso de imagen intracoronaria fue menos frecuente en el grupo TAPD-P (3 frente a 25%, p = 0,01), no encontrándose otras diferencias en variables relacionadas con la técnica o anatomía coronaria. En el periodo de estudio se objetivaron 2 TS, ambas en el grupo noDAPT-P (p = 0,291) y presentadas como IAMCEST con tiempo medio hasta el evento de 647 días (492-801). No se registraron sangrados mayores aunque sí una mayor incidencia de sangrado menor en el grupo TAPD-P (10 frente a 0%, p = 0,017) que en ningún caso implicó la suspensión de la TAPD-P.
Conclusiones: En nuestra experiencia, en pacientes con implante subóptimo de BVS y bajo riesgo hemorrágico, la TAPD-P pareció ser segura y efectiva.