Antecedentes y objetivos: El síndrome de Takotsubo mimetiza clínicamente un síndrome coronario agudo. A pesar de ello, los enfermos tienen coronarias sin lesiones significativas y una evolución intrahospitalaria y a corto plazo satisfactoria. Dado que es una entidad recientemente descrita, carecemos de series a muy largo plazo.
Métodos: Se recogieron, de manera prospectiva de 2003 a 2010, 100 pacientes que cumplieron los criterios diagnósticos modificados de Mayo para dicha enfermedad. Se llevo a cabo coronariografía en todos los casos en el momento de su ingreso en el episodio índice y un seguimiento clínico y ecocardiográfico hasta comprobar la normalización de la función ventricular izquierda.
Resultados: La mayoría de los enfermos fueron mujeres (85%), con una media de edad de 68,3 ± 13 años. Los factores de riesgo cardiovascular fueron frecuentes, observándose hipertensión arterial en el 67%, dislipemia en el 50%, diabetes en el 16%, y hábito tabáquico en 20%. La obesidad, considerada como IMC superior a 30, se objetivó en el 23% de los pacientes, que refirieron antecedentes familiares de cardiopatía isquémica en el 20%. El 64% tenían CF I antes de su ingreso, mientras que tras el seguimiento solo un 57% admitían esa capacidad. La media del pico de CK fue de 492,76 y e Tn I de 7,95. La FEVI inicialmente fue del 48,09 ± 11%. Se llevó a cabo un seguimiento mediano de 32 meses (rango intercuartílico 18,0-54,5 meses). Posteriormente, la FEVI media fue del 63,62 ± 7%. Los acontecimientos adversos (cardiovasculares o fallecimiento de cualquier causa, MACE) durante el seguimiento fueron infrecuentes, con una probabilidad estimada de producirse del 32% a 85 meses (fig.). Se contabilizaron 15 enfermos que precisaron reingresar en cardiología y 4 recurrencias del cuadro. Durante el seguimiento, 7 enfermos fallecieron (1 ictus, 1 muerte súbita, y otro por EAP-muerte súbita, el resto por causas no cardiovasculares).
Conclusiones: El síndrome de Takotsubo, a pesar de presentarse en pacientes con media de edad por encima de 65 años con múltiples y frecuentes factores de riesgo cardiovascular, mantiene a muy largo plazo una tasa de eventos cardiovasculares baja.