Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
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Índice de autores
Introducción y objetivos: La relación entre la obesidad y cardiopatía isquémica (CI) está bien documentada. Sin embargo, se ha definido como la paradoja de la obesidad, que sujetos con enfermedad coronaria establecida y obesidad pueden tener mejor pronóstico que sujetos con peso normal o bajo. El objetivo de este estudio es comparar el perfil clínico y la evolución de los pacientes con CI establecida en función de si presentan obesidad.
Métodos: Analizamos las características clínicas y la evolución de 941 pacientes con CI establecida de cinco hospitales de Madrid. Los pacientes se dividieron en obesos y no obesos según tuvieran su índice de masa corporal (IMC) mayor o menor de 30 kg/m2. Se consideró evento adverso durante el seguimiento la muerte de cualquier causa, los ingresos por insuficiencia cardiaca y la aparición de eventos isquémicos (cualquier síndrome coronario agudo, accidente cerebrovascular isquémico o accidente isquémico transitorio).
Resultados: Había 292 obesos y 649 sin obesidad. Entre los pacientes obesos había mayor porcentaje de hipertensos (72,3 vs 60%; p = 0,000) y diabéticos (31,8 vs 20,6%; p = 0,000) y presentaban en su tratamiento mayor prescripción de antidiabéticos orales (22,6 vs 14,6%; p = 0,003), diuréticos (26 vs 15,4%; p = 0,000) y alfabloqueantes (3,8 vs 1,4%; p = 0,019). La mediana de seguimiento fue de 5,1 años. Los pacientes obesos presentaban un numero de ingresos por IC o muerte del 12,7 frente al 7,9% en no obesos (p = 0,019). No hubo diferencias estadísticamente significativas cuando se analizó la incidencia de fallecimientos o eventos trombóticos por separados. En el análisis de regresión de Cox la obesidad no alcanzó significación estadística como predictor de eventos adversos.
Conclusiones: Hay una tendencia a un mayor número de eventos adversos en la población obesa con cardiopatía isquémica crónica a expensas de los ingresos por IC o muerte, pero la obesidad no es un predictor de eventos adversos en pacientes con cardiopatía isquémica establecida.