Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción: El implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) se ha ido consolidando en los últimos años como tratamiento alternativo en los pacientes con estenosis aórtica y alto riesgo quirúrgico. Son ampliamente conocidos los resultados a corto plazo; sin embargo, está limitado el seguimiento a medio y largo plazo por ser una técnica de reciente incorporación. El objetivo de nuestro trabajo es analizar la supervivencia de los primeros pacientes tratados con TAVI y valorar la función valvular.
Métodos: Entre abril 2008 y mayor del 2014, se han realizado en nuestro centro un total de 400 procedimiento (10 pacientes con bioprótesis aórtica disfuncionante, 9 pacientes con regurgitación aórtica severa y 381 pacientes con estenosis aórtica severa) considerados de alto riesgo quirúrgico. Se ha incluido en el análisis los primeros 100 pacientes, que corresponden al periodo de abril 2008 y mayo 2010, por presentar un seguimiento de 4 y 6 años.
Resultados: Un total de 100 pacientes fueron tratados con la prótesis aórtica CoreValve. La mortalidad hospitalaria fue del 4%. La mortalidad tardía tras un seguimiento medio de 44 ± 20 meses fue del 29,2% y solamente en 7 p la mortalidad fue cardiovascular. La supervivencia a los 48 y 72 meses fue de 71 y 68%, respectivamente. Hubo un mínima disminución de la función valvular aórtica, el gradiente medio aumentó ligeramente de 9,03 ± 4,2 a 10,8 ± 6,3 mmHg p = 0,171, y disminuyó ligeramente la fracción de eyección y el área valvular, de 67 ± 11% a 62,8 ± 9,8%, p = 0,001 y 1,59 ± 0,4 cm2 a 1,55 ± 0,3 cm2, p = 0,176. Respecto al grado de regurgitación aórtica paravalvular, en la mayoría hubo una disminución del grado, nada 28 vs 31%, leve 40 vs 43%, moderada 30 a 18%, y severa de 0 a 2%. Destacar que dos pacientes han presentado al 5º año tras el implante valvular degeneración de la prótesis (estenosis y regurgitación severa).
Conclusiones: Tras un periodo de seguimiento largo, observamos que la prótesis aórtica percutánea mantiene adecuadamente la función valvular, aunque excepcionalmente pueden degenerar. La supervivencia está condicionada por las comorbilidades asociadas.