Antecedentes y objetivos: Los efectos sobre la presión arterial (PA) de la reducción de peso en pacientes obesos no han sido suficientemente estudiados.
Métodos: Se incluyeron 30 pacientes obesos (IMC 33,4 ± 3,5 (29,4-33,4)), con edad de 41 años (28-55), 60 % hombres, y bajo riesgo cardiovascular (score DORICA 4,58 ± 3,46 %), sin hipertensión arterial conocida, en un programa de pérdida de peso basado en dieta, ejercicio y seguimiento mensual. Se evaluaron mediante Prueba de esfuerzo, ecocardiograma y monitorización ambulatoria de presión arterial (MAPA) de 24 h al inicio y a los 6 meses.
Resultados: El Índice de masa corporal se redujo en 3,9 ± 2,7 (0,31–11,1). P < 0,0001). Se observó una mejoría en la función diastólica ecocardiográfica y el tiempo de esfuerzo en la ergometría. Basalmente, el 19,8 % presentaba PA elevada (135-178 mmHg de PA sistólica media, y 85-100 mmHg de PA diastólica media); el 19,8 % presentaba una presión de pulso elevada (50,3 a 78,5); el 58,6 % presentaban disminución del ritmo circadiano (1,8-14,9 % de descenso sistólico. A los 6 meses, salvo en el descenso sistólico nocturno, el resto de los parámetros mejoraron significativamente, con una disminución en la presión arterial sistólica media desde 125 ± 13,6 a 117,2 ± 8,9 mmHg y la diastólica de 79,2 ± 8,3 a 74,3 ± 7,2 mmHg (ambas p < 0,001), y de la presión de pulso de 45,9 ± 7,9 a 43 ± 6,5 mmHg. Sólo 1 paciente (3,3 %) persistió siendo hipertenso al final del estudio.
Conclusiones: Un porcentaje significativo de obesos aparentemente sanos presentan trastornos en la PA medida mediante MAPA-24h. Un programa sencillo de seguimiento basado en dieta y ejercicio fue eficaz para reducir el peso en pacientes obesos, traduciéndose en una mejoría de las cifras de presión arterial, y obteniendo su normalización en un porcentaje significativo de casos.