Introducción: El tratamiento quimioterápico (QT) se asocia al desarrollo de cardiotoxicidad (CT). Habitualmente la disfunción ventricular está establecida al diagnóstico. Las nuevas técnicas ecocardiográficas pueden determinar parámetros de función de ventrículo izquierdo (VI) más precoces que la fracción de eyección (FE) para la detección de CT.
Objetivos: Analizar la utilidad de las técnicas de deformación miocárdica (strain) en el diagnóstico precoz de CT en pacientes bajo tratamiento con fármacos antineoplásicos.
Métodos: El protocolo GECAME es un registro multidisciplinar que incluye de forma consecutiva pacientes bajo QT con potencial CT. Se analizaron los ecocardiogramas basales, a los 3, 6 meses y al año de tratamiento realizados a los 55 pacientes del protocolo que cumplían este periodo de seguimiento (agosto 2011-marzo 2013). Los estudios fueron realizados con el equipo Philips iE33. En todos ellos se recogieron tanto los diámetros y volúmenes ventriculares, como los parámetros de función sistólica (FE Simpson biplano; FE 3D; MAPSE) y diastólica (onda E y A llenado mitral; onda E’ Doppler tisular anillo mitral lateral y medial) de VI. Así mismo, se adquirieron imágenes bidimensionales optimizadas de VI para el análisis del strain longitudinal global (GLS) con el software QLAB de Philips. Se definió cardiotoxicidad como descenso de FE ≥ 10% o ≥ 5% en caso de presentar síntomas de insuficiencia cardiaca hasta FE < 55% y del GLS ≥ 10% hasta ≤ 15.
Resultados: La FE media descendió de 64,9% a 60% a los 3 meses, 59,3% a los 6 y 60,4% al año (p < 0,001). Entre los pacientes en los que se obtuvieron imágenes adecuadas para strain (40 pacientes a los 3 meses, 36 a los 6 y 37 al año) se observó un descenso del GLS desde 18,2 a 17,3, 16,1 y a 16,6 respectivamente (p = 0,12 a los 3 meses y p < 0,001 en el resto). Un 10,4% de los pacientes cumplió criterios de cardiotoxicidad por FE al año y un 17,9% por GLS (13,4% y 16,4% respectivamente a los 3 meses y 7,5% y 13,4% a los 6). No existieron diferencias significativas en los volúmenes ni FEVI por 3D ni en el resto de parámetros analizados.
Conclusiones: En pacientes sometidos a tratamiento con fármacos cardiotóxicos, las técnicas de deformación miocárdica permiten la detección precoz de disfunción VI silente, que pasa desapercibida con las técnicas ecocardiográficas habituales y que puede tener importantes implicaciones terapéuticas y pronósticas.