Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: El edema de reperfusión (ER) es la complicación más frecuente y grave tras angioplastia pulmonar con balón (ABAP) en pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. Describimos y analizamos las características y tratamiento del ER en nuestra población de ABAP.
Métodos: Estudio retrospectivo de pacientes sometidos a ABAP entre enero 2013 y diciembre 2017. Se consideró ER la aparición de infiltrado radiológico + desaturación, clasificándolos en grado 2 a 5 de Inami. Se recogieron datos clínicos y de exploraciones complementarias.
Resultados: Desarrollaron ER 9 de los 70 pacientes del programa de ABAP (10 procedimientos de 270), 51 ± 19 años de media, 60% mujeres. Todos presentaban algún parámetro clínico, analítico o hemodinámico de riesgo intermedio o alto (tabla): la presión pulmonar media fue > 35 en todos los casos (54,6 ± 9 mmHg). El 60% recibía prostaglandinas y 40% triple tratamiento específico. La mitad tuvieron TEP, 20% trombofilia, 10% neoplasia y 20% portaban derivación ventrículo peritoneal. El ER apareció en 70% de los pacientes tras el primer procedimiento, 80% en lóbulos inferiores. En 90% de los casos se trató solo un lóbulo, 2-3 ramas segmentarias y 2-5 subsegmentarias. El ER fue mayoritariamente leve (50% grado 2, 20% grado 3, 20% grado 4, 10% grado 5). Aunque sin alcanzar significación estadística, existía asociación entre el valor de la PCP y el grado de ER (a mayor PCP mayor grado de ER). No observamos relación entre la escala PEPSI y la aparición del ER: valor medio score PEPSI 34 ± 13, siendo > 35 solo en 3 pacientes. Excepto en un caso, el ER se resolvió con medidas conservadoras, suspendiendo la anticoagulación (70% de los casos) e incrementando la oxigenoterapia (70%) y el diurético (90%). Los corticoides, (500 mg iv diarios de metilprednisolona), empleados si grado ≥ 4, se administraron en 30% de los casos. Finalmente, las medidas invasivas se emplearon en ER grado 5, siendo el único paciente que falleció.
Factores pronósticos funcionales, analíticos y hemodinámicos pre-ABAP |
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Factores pronósticos pre-ABAP (mortalidad a 1 año) |
Bajo riesgo < 5% |
Medio riesgo 5-10% |
Alto riesgo > 10% |
Clínica (NYHA) |
II (30%) |
III (60%) |
IV (10%) |
NT-proBNP, mediana 1.679 ng/l |
< 300 ng/l (11,2%) |
300-1.400 ng/l (44,4%) |
> 1.400 ng/l (44,4%) |
Prueba de la marcha de 6 minutos, media 319 ± 136 m |
> 440 m (28,6%) |
165-440 m (57,1%) |
< 165 m (14,3%) |
Aurícula derecha (AD), media 13,7 ± 6,1 mmHg |
< 8 mmHg (12,5%) |
8-14 mmHg (37,5%) |
> 14 mmHg (50%) |
Índice cardiaco (IC), media 2,2 ± 0,6 l/min/m2 |
≥ 2,5 l/min/m2 (22,2%) |
2-2,4 l/min/m2 (44,4%) |
< 2 l/min/m2 (33,4%) |
Conclusiones: La incidencia de ER tras ABAP fue del 3,7%, grave (grado 5) solo en 0,37% de los procedimientos. No observamos relación entre la escala PEPSI y la aparición del ER. Existía tendencia a asociación entre el valor de la PCP y el grado de ER. El tratamiento terapéutico se ajustó al grado de ER, reservando las medidas invasivas para el ER de grado 5. El pronóstico del ER grado ≤ 4 es bueno. El ER grado 5 reviste una mortalidad elevada.