Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La endocarditis infecciosa (EI) es una enfermedad con un pronóstico infausto. A pesar de los avances, la morbilidad y la mortalidad de esta enfermedad permanece en niveles altos. Se han descrito cambios en la epidemiología de la EI a lo largo de los últimos años, pero este punto no ha sido analizado profundamente.
Objetivos: Evaluar las tenencias temporales en las características clínicas y epidemiológicas de la EI.
Métodos: Prospectivamente recogemos todos los casos de EI diagnosticados en 3 centros terciarios entre 1997 y 2014. De una cohorte de 1.119 episodios, 969 (82%) fueron EI izquierdas y representaron nuestra población. Estos fueron divididos en tres sexenios de tiempo: 259 episodios (26%) entre 1997 y 2002, 335 (35%) entre 2003 y 2008 y 375 (39%) entre 2009 y 2014. Realizamos un análisis comparativo de variables epidemiológicas, clínicas, ecocardiográficas, microbiológicas y pronósticas entre los 3 grupos.
Resultados: La edad media aumenta (59 ± 15 frente a 64 ± 14 frente a 67 ± 14 años, p < 0,001), con una predominancia masculina en los 3 períodos. Encontramos un aumento de los pacientes referidos (40 frente a 46 frente a 54%, p < 0,001), pacientes con enfermedad valvular degenerativa (8 frente a 17 frente a 23%, p < 0,001) y comorbilidades como diabetes mellitus (14 frente a 26 frente a 26%, p < 0,001), insuficiencia renal crónica (8 frente a 13 frente a 18%, p < 0,001), anemia crónica (12 frente a 24 frente a 26%, p < 0,001) y cáncer (7 vs 11 vs 12%, p = 0,024). Las tasas de estreptococos y estafilococos no han cambiado, pero se han incrementado los Enterococos (11 frente a 9 frente a 18%, p = 0,006) y han disminuido los bacilos Gram negativos (7 frente a 7 frente a 3%, p = 0,019). Las vegetaciones (84 frente a 82 frente a 92%, p = 0,001) y los abscesos (12 frente a 13 frente a 21%, p = 0,002) han ido detectándose con mayor frecuencia. No existen cambios relevantes en las manifestaciones clínicas, ni en las complicaciones. La tasa de cirugía ha permanecido estable (58 frente a 61 frente a 63%, p = 0,164), incrementándose la proporción de indicaciones urgentes (42 frente a 44 frente a 71%, p < 0,001). La mortalidad intrahospitalaria persiste inalterada (31 frente a 28 frente a 31%, p = 0,950).
Conclusiones: A lo largo de los últimos 18 años, los pacientes con EI han adquirido complejidad; mayor edad y comorbilidad, sin embargo, no existen diferencias en el curso clínico de la enfermedad. La cirugía urgente se realiza cada vez con más frecuencia, y la mortalidad intrahospitalaria permanece sin cambios.