Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción: El uso del desfibrilador automático implantable (DAI) es altamente eficaz para reducir la mortalidad en pacientes con riesgo de sufrir arritmias fatales o supervivientes de muerte súbita cardiaca. El presente estudio tiene por objeto conocer el pronóstico de los pacientes portadores de DAI en prevención primaria y si estos alcanzan la supervivencia esperada (≥ 1 año) en el momento del implante.
Métodos: Estudio observacional, analítico y prospectivo de todos los pacientes sometidos a primoimplante de DAI con o sin terapia de resincronización cardiaca en prevención primaria, desde enero de 2012 hasta marzo de 2013. Con un seguimiento medio de 18 ± 5 meses.
Resultados: Incluimos a 35 pacientes con una mediana de edad de 63 años P (54-68), el 74,3% de ellos varones, 42,3% diabéticos, 54,3% dislipémicos, 68,6% hipertensos, 37,1% fumadores y el 28,6% en fibrilación auricular. Casi la mitad de nuestros pacientes estaban en clase funcional II de la NYHA (48,6%), 45,7% con BCRIHH y todos tenían una función ventricular izquierda ≤ 35%. La etiología de dicha disfunción ventricular fue principalmente isquémica (48,6%), seguida de la idiopática (25,8%), posquimioterapia (14,3%), valvular (2,9%), enólica (5,7%) e hipertensiva (2,9%). A lo largo del seguimiento, la tasa de reingresos motivas por problemas cardiovasculares fue del 34,3% y la mortalidad total por cualquier causa fue del 5,7% (2 casos), solo uno de ellos durante el primer año. Observamos que pacientes con FEVI ≤ 20% tienen mayor tendencia a reingresar por cualquier causa (RR: 3,7; IC95% 0,6-22; p = 0,06) y que los pacientes en clase funcional de la NYHA ≥ III presentan una mayor mortalidad por cualquier causa (RR: 1,3; IC95% 0,9-1,8; p = 0,061), al igual que, los pacientes con enfermedad renal crónica (RR: 1,3; IC95% 0,9-1,9; p = 0,065).
Conclusiones: Nuestros pacientes portadores de DAI en prevención primaria, a pesar de ser una población de alto riesgo cardiovascular, presentan una baja tasa de mortalidad al año; con tendencia a un peor pronóstico cuando la disfunción ventricular muy severa, el fallo renal y el deterioro de la clase funcional avanzado están presentes.