Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: Recientemente, consensos y guías de práctica clínica recomiendan la realización del test de vasoespasmo coronario con acetilcolina (TACh) en casos de pacientes con infarto o isquemia miocárdica-angina en ausencia de lesiones epicárdicas significativas (MINOCA) e (INOCA) respectivamente. En general se recomienda suspender la medicación vasomotora, bloqueadores beta, nitratos y calcioantagonistas antes de su realización, aunque esto no es siempre posible en la práctica clínica habitual.
Métodos: Analizamos, en una serie consecutiva de pacientes en los que se realizó TACh los factores asociados a su positividad con especial atención a la toma de bloqueadores beta y calcioantagonsitas. Se consideró su toma durante la prueba si no se había suspendido ninguna dosis previamente a su realización. Los TACh se realizaron siguiendo las recomendaciones actuales mediante suministro de bolos intracoronarios sucesivos en 20 segundos de dosis de 2-20-100 y 200 microgramos.
Resultados: Se incluyeron 72 pacientes con edad media 58 ± 12 años, varones 43 (59,7%). Indicación por angor estable (INOCA) 53 (73,6%), el resto por síndrome coronario agudo sin elevación de ST (SCASEST). Test de isquemia positivo: 22 (30,6%). Tomaban calcioantagonistas durante la prueba 15 pacientes (20,8%) y bloqueadores beta 36 (50,0%). Presentaban diabetes 13 (18%), hipertensión 42 (58,3%), tabaquismo 28 (38,9%), dislipemia 47 (65,3%). Antecedentes históricos de infarto 8 (11,1%), SCASEST 13 (18,1%), intervencionismo coronario 8 (11,1%). El TACh fue positivo en 44 pacientes (61,1%), 35 (48,6%) a nivel epicárdico y 9 (12,5%) a nivel microvascular. El TACh fue positivo en el 60% en pacientes con calcioantagonistas y en el 61% sin ellos (p = 0,92), en el 50% con bloqueadores beta y 50% sin ellos (p = 1). Solo la presencia del antecedente de SCASEST, se asoció en nuestra serie a menor positividad del TACh 25 vs 75% (p = 0,043). Tras ajustar por el resto de las variables, la realización del TACh manteniendo el tratamiento calcioantagonista o betabloqueante no se asoció a una distinta frecuencia de positividad del TACh.
Conclusiones: La suspensión previa del tratamiento calcioantagonista o betabloqueante no se asoció a una frecuencia de positividad diferente durante la realización del TACh. Su confirmación en futuros estudios facilitaría la realización del TACh en los pacientes en los que está indicado.