Introducción
Dr. Héctor Bueno
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
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Índice de autores
Introducción y objetivos: La reducción de la mortalidad tras un síndrome coronario agudo se ha conseguido por los avances terapéuticos y la prevención secundaria. Unos de los pilares de esta última es el control intensivo del LDL-colesterol Sin embargo, existen muchos factores que pueden interferir en la consecución de los objetivos, entre los que destaca la inercia terapéutica y la falta de organización. Nuestro objetivo es analizar la consecución de objetivos de control lipídico según las guías ESC de 2016 y valorar la actitud del cardiólogo.
Métodos: Estudio analítico retrospectivo realizado en Hospital Universitario de Fuenlabrada, Se incluyen consecutivamente los pacientes mayores de 18 años con un SCA en el año 2018. Durante el ingreso se recogen variables demográficas, variables clínicas de riesgo cardiovascular, variables relacionadas con el SCA. Se analiza el LDL al ingreso, a los 6 y 12 meses, y se recogen los cambios de medicación realizados. En el seguimiento al año se analiza el evento combinado de muerte, SCA, revascularizacion y hospitalización por insuficiencia cardiaca.
Resultados: Se incluyeron 163 pacientes, con edad media de 64 [36-94] años y 77% de varones. El colesterol LDL al ingreso, a los 6 y 12 meses fue de 115 [34-222], 65 [16-50] y 64 [24-154] mg/dl respectivamente. El % de pacientes con LDL > 70 mg/dl fue de 46% y 42% a los 6 y 12 meses. Sin consideramos las nuevas guias de prevención, solo el 22% y el 29% de los pacientes presentan un control de LDL < 55 mg/dl. Recibieron estatinas el 99% de los pacientes, siendo de alta intensidad el 60% (al alta, 61% (6 m) y 64% (12m) y recibieron ezetimibe el 16%, 28% y 37,4%. En los pacientes con LDL > 70 mg se intensificó la estatina en el 43,5% de los que no estaban con alta potencia y se añadió ezetimibe al 31,7%. A los 12 mese se intensifico estatina en el 56,6% y se añadió ezetimebe en el 26,6%. El principal factor de escalada fue el tratamiento basal de baja potencia. Ningún paciente recibió inhibidores de PSK9. La mortalidad al año de seguimiento fue del 5,5%,
Variables clínicas |
N = 163 pacientes |
Edad (años) |
63 [36-94] |
HTA (mmHg) |
84%, n = 136 |
DM tipo 2 |
42,3%, n = 69 |
Dislipemia |
76,1%, n = 124 |
Fumador activo |
36,5% (59) |
C. isquémica previa |
32,1%, n = 54 |
Fibrilación auricular |
11,65%, n = 19 |
Rehabilitación cardiaca |
35,4%, n = 57 |
Revascularización percutánea Revascularización quirúrgica |
69%, n = 110 11,9%, n = 19 |
Control dislipemia.
Conclusiones: Pese a nuestra creencia, el 40% de los pacientes tiene un mal control de LDL-colesterol A pesar de no estar bien controlados, no se realiza una adecuada optimización del tratamiento utilizando todo el arsenal terapéutico a nuestro alcance.