Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: Los datos que se publican sobre la endocarditis infecciosa (EI) proceden de hospitales terciarios y distintos parámetros como la mortalidad pueden estar influenciados al recibir entre otros a los pacientes más graves. Nuestros objetivos fueron conocer la tasa de incidencia, características clínicas, microbiológicas y ecocardiográficas de la EI en nuestro hospital (único de referencia), y conocer el pronóstico y los posibles marcadores pronósticos.
Métodos: Revisamos retrospectivamente los episodios de EI entre enero 2007-junio 2014, recogiendo los distintos parámetros ya mencionados, así como su evolución, necesidad de cirugía y mortalidad.
Resultados: Encontramos 115 EI (tasa de incidencia de 5,1 episodios/100.000 habitantes/año). La edad media fue de 66,5 años siendo el 63,5% varones. El 55% de las EI fueron sobre válvula nativa, 35% sobre prótesis y 10% sobre dispositivos. Los hallazgos clínicos iniciales más frecuentes fueron fiebre (80%) y anemia (17%). El germen más frecuente fue el estafilococo (55%) seguido del estreptococo (22%), con un 5,5% de hemocultivos negativos. El primer ecocardiograma transtorácico fue diagnóstico únicamente en el 59% y el primer transesofágico lo fue en el 91%. En un 77,4% de EI se encontraron vegetaciones, y hasta en un 50% complicaciones intracardiacas: perforaciones valvulares (21,7%), abscesos (20%), dehiscencias protésicas (7%). La complicación clínica más frecuente fue la insuficiencia cardiaca (29%) seguida de la embolización (17,4%). El 68,7% de los pacientes tenía indicación quirúrgica, siendo el motivo más frecuente la insuficiencia cardiaca (49%) seguida de la invasión miocárdica (absceso, leak periprotésico o fístula). La mortalidad global al final del episodio fue del 33%. Aunque en el análisis univariante la invasión miocárdica detectada por ecocardiografía fue predictora de mortalidad; en el análisis multivariante los únicos predictores fueron: la EI por estafilococo, la insuficiencia cardiaca, el shock séptico y la no intervención quirúrgica en pacientes con indicación.
Conclusiones: La EI en nuestro medio tiene una tasa de incidencia de 5,1 casos/100.000 hab./año. El germen más frecuente es el estafilococo. El ecocardiograma transtorácico es diagnóstico únicamente en el 59% y hasta en un 50% existe alguna complicación intracardiaca asociada. La mortalidad global al final del episodio es alta (33%), siendo los predictores de mortalidad microbiológicos y clínicos.