Introducción: Se define como dolor torácico cualquier molestia o sensación anómala presente en la región del tórax situada por encima del diafragma. Representa el 5 % de las urgencias. El síncope es una pérdida de conocimiento repentina y por lo general breve y reversible. Es común, el 20 % de los adultos jóvenes han padecido por lo menos un episodio. El síncope es responsable del 3 % de las visitas a urgencias.
Objetivos: Analizar los resultados obtenidos en nuestra Unidad como consecuencia de una intervención inmediata tanto en el síncope como en el dolor torácico (sin compromiso hemodinámico).
Métodos: Se realizó un estudio prospectivo de los pacientes ingresados consecutivamente en nuestro servicio de urgencias desde junio de 2009 a abril 2010 con diagnóstico de dolor torácico y/o sincope. Se recogieron datos: edad, sexo. Se clasificaron según motivo de derivación y pruebas realizadas. Igualmente se ordenaron según resultados tras la primera visita.
Resultados: Se incluyeron 677 pacientes, 382 hombres (56,4 %) y 295 mujeres (43,6 %), con una edad media de 58,4 ± 13,9 años (15-92). Los síntomas fueron: dolor torácico en un 62,8 %, síncope 18,6 %, FA-flutter 4,3 % y otros 14,3 % (palpitaciones, IC...). Las pruebas diagnósticas de la primera visita fueron: 41,9 % ergometría, 70,6 % ecocardiograma, 13,8 % estudios isotópicos y 22,8 % Holter. La derivación tras la primera visita fueron: el 62,5 % altas, 4,9 % ingresos y 32,6 % revisiones.
Conclusiones: La consulta de dolor torácico y síncope mejora la calidad asistencial al paciente; disminuye el número de altas inapropiadas, el número de ingresos innecesarios y, por tanto, los costes hospitalarios. Se reducen las bajas laborales y la desestructuración temporal familiar. Para ello es necesario que los protocolos diagnósticos se utilicen de forma sistematizada y lo realice personal entrenado.