Introducción y objetivos: La normalización de la función ventricular tras terapia de resincronización (TRC) se ha relacionado con una excelente evolución clínica a largo plazo. Sin embargo, es poco conocido si esta normalización se mantiene a largo plazo y si tiene relación con menores terapias en portadores de desfibrilador-resincronizador (DAI-TRC). Realizamos este estudio piloto con objeto de conocer si la normalización de la función ventricular es mantenida a largo plazo y su impacto en las terapias del DAI.
Métodos: En un grupo de pacientes con miocardiopatía dilatada idiopática tratados con DAI-TRC se analizó el comportamiento de la fracción de eyección (FE) a seis meses tras implante, definiendo un grupo (A) que normalizó la FE (> 55%) y un grupo (B) sin normalizarla. Se realizó seguimiento a largo plazo para conocer la evolución de la FE en ambos grupos y su potencial impacto clínico (definido por mortalidad) y arrítmico (definido por las terapias por TV/FV).
Resultados: De los 47 pacientes incluidos en el estudio, 10 pacientes (21%) normalizaron la FE a los 6 meses del implante. De entre todos los parámetros clínicos, ecocardiográficos y eléctricos, los únicos factores predictores de normalización de la FE fueron el volumen telesistólico del ventrículo izquierdo (OR 0,94; IC95% 0,92-0,97) y el orificio regurgitante efectivo mitral basal (OR 0,89; IC95% 0,86-0,93). Tras seguimiento ecocardiográfico medio de 46 meses (12-71) los pacientes del grupo A mantuvieron la FE preservada (61 ± 6 vs 64 ± 6%; p = 0,342), registrada por ecocardiografía y no presentaron ningún evento arrítmico, frente a los pacientes del grupo B, que con una mejoría no significativa de la FE (29 ± 10 vs 31 ± 7%; p = 0,296), presentaron una mayor incidencia de eventos arrítmicos (0 vs 29,7%; p = 0,039). Además, en el grupo A no se registró ninguna muerte cardiovascular, frente al grupo B con 12 (0 vs 32,4%; p = 0,031).
Conclusiones: La normalización de la fracción de eyección a corto plazo en pacientes con miocardiopatía dilatada idiopática tras TRC se mantiene en el tiempo, e identifica a un grupo de pacientes con un excelente pronóstico a largo plazo, libre de eventos arrítmicos y por tanto sin necesidad de DAI.