Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La anemia se asocia a morbimortalidad tras un síndrome coronario agudo (SCA) Nuestro objetivo fue determinar el perfil de riesgo isquémico-hemorrágico durante el tratamiento con tratamiento antiagregante plaquetario doble (TAPD) de pacientes con anemia grave (hemoglobina < 10 g/dl) tras SCA sometido a intervencionismo coronario percutáneo (ICP).
Métodos: Los datos se obtuvieron de la unión de 3 registros: BleeMACS, CardioCHUVI/ARRITXACA y RENAMI, que incluyen pacientes al alta tras un SCA con TAPD, sometidos a ICP. El conjunto contiene 26.076 pacientes. Se realizó análisis mediante propensity score para igualar las características basales según presencia o no de anemia grave. El impacto de la misma en el riesgo isquémico-hemorrágico se evaluó mediante un análisis de riesgos competitivos, empleando un modelo de regresión de Fine y Gray, siendo muerte el evento competitivo. Para el riesgo isquémico consideramos un nuevo SCA, y para el hemorrágico, una hemorragia mayor, definida como aquella que requiere ingreso. El seguimiento fue censurado por la retirada de TAPD.
Resultados: 630 pacientes tenían anemia grave (2,4%). Durante un seguimiento medio de 12,2 ± 4,8 meses, murieron 964 (3,7%), 640 tuvieron un infarto de miocardio (2,5%) y 685 una hemorragia mayor (2,6%). Mediante propensity score, obtuvimos 2 grupos emparejados (con hemoglobina < y ≥ 10 g/dl) de 621 pacientes cada uno. En comparación con los pacientes sin anemia grave, aquellos con hemoglobina < 10 g/dl tuvieron un riesgo similar de infarto de miocardio (sHR 1,37, IC95% 0,82-2,31, p = 0,231) con mayor riesgo de hemorragia (sHR 1,89, IC95% 1,18-2,72, p = 0,006). Tras propensity score matching, la incidencia acumulada de infarto de miocardio durante la TAPD fue de 6 y 5 por 100 pacientes/año en pacientes con y sin anemia grave, respectivamente, y la de hemorragia mayor, de 12 y 6 por 100 pacientes/año, respectivamente. La diferencia entre la tasa de infarto y la de hemorragia fue de -6 por 100 pacientes/año en pacientes con anemia grave (mayor tasa de eventos hemorrágicos que isquémicos; p < 0,05) y -1 en pacientes sin anemia grave (tasas de eventos hemorrágicos e isquémicos similares; p > 0,05) (figura).
Conclusiones: Tras un SCA sometido a ICP, el balance isquémico-hemorrágico de pacientes con anemia grave tratados con TAPD no es favorable. Por ello, debería recomendarse a estos pacientes una pauta corta de duración de la TAPD (< 6 meses).