Introducción
Dr. Héctor Bueno
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La enfermedad por SARS-CoV2 (COVID-19) se ha asociado recientemente a un estado protrombótico mediado por una respuesta inflamatoria exagerada y lesión a nivel endotelial. Por ello, nuestro objetivo ha sido valorar el impacto del tratamiento antitrombótico en aquellos pacientes ingresados por la COVID-19.
Métodos: Se trata de un estudio multicéntrico de pacientes admitidos desde el 1 de marzo hasta el 30 de abril del 2020 con el diagnóstico definitivo de la COVID-19. LA información fue recogida de forma prospectiva completando de forma retrospectiva el tipo de tratamiento antitrombótico utilizado.
Resultados: 848 pacientes con la COVID-19 fueron admitidos en dos centros españoles, aproximadamente unos 94 (11%) recibieron anticoagulación oral (ACO) previa al ingreso. Los pacientes con ACO eran mayores (81,5 ± 7,2 vs 66,5 ± 14,5; p < 0,001) y presentaron una mayor comorbilidad presentando al ingreso un mayor perfil de riesgo con niveles de dímero-D comparables (874 [426-1.385] vs 1768 [474-1.522]; p = 0,542). Aquellos con ACO previo al ingreso presentaron a su vez una mayor tasa de insuficiencia respiratoria (32 vs 18,3%; p < 0,001) y mortalidad por cualquier causa (44,7 vs 17,4%; p < 0,001) sin diferencias en función del tipo de ACO. Los pacientes con dímero-D ≥ 1.500 al ingreso presentaron una mayor incidencia de insuficiencia respiratoria (56,1 vs 32%; p < 0,001), necesidad de ventilación mecánica (20 vs 4,8%; p < 0,001), eventos trombóticos (5,6 vs 2%; p = 0,016) y mortalidad por cualquier causa (37,2 vs 10,6%; p < 0,001) en comparación con aquellos con dímero-D < 1.500 a pesar de no presentar diferencias con respecto al tratamiento antitrombótico (45,7 vs 41,4%; p = 0,336). Aquellos con dímero-D > 1.500 a pesar del tratamiento anticoagulante intrahospitalario no se observó una disminución en la incidencia de eventos trombóticos (5,7 vs 1,8%; p = 0,045).
Conclusiones: Estos hallazgos sugieren que en pacientes con perfiles de riesgo más elevados el tratamiento antitrombótico no disminuyo la incidencia de eventos trombóticos, lo que podría sugerir un mecanismo diferente y la necesidad de una monitorización más exhaustiva de los tratamientos administrados.