Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La endocarditis infecciosa (EI) presenta una incidencia de 30-100 por millón de habitantes y año. Las cifras de morbimortalidad permanecen elevadas pese a las mejoras en el diagnóstico y tratamiento de la misma. El objetivo de este estudio ha sido analizar las características basales y la evolución de los pacientes diagnosticados de EI en un centro sin cirugía cardiaca en los últimos 7 años.
Métodos: Realizamos un estudio observacional retrospectivo en el que se incluyen todos los pacientes diagnosticados de EI en nuestro centro desde octubre de 2008 a diciembre de 2015. Se realizó seguimiento de los mismos hasta el alta hospitalaria. Se analizaron las características demográficas basales de la muestra y la influencia de diferentes factores sobre la mortalidad intrahospitalaria.
Resultados: Se incluyeron en la muestra 85 pacientes con diagnóstico de EI al alta entre octubre 2008 y diciembre 2015. La edad media fue de 66,4 ± 15,3 (77,6% varones). 38,8% fueron EI adquiridas en la comunidad, 37,6% de origen nosocomial, 4,7% asociadas a cuidados sanitarios y un 18,8% de origen desconocido. El aislamiento más frecuente fue Staphylococcus coagulasa negativo (20%). No se registró ningún caso de EI por SARM. Hasta un 49,4% de los pacientes presentaron indicación quirúrgica (IQ) durante el ingreso, de los cuales se intervino el 83,3%. La mortalidad intrahospitalaria fue del 22,4%. En el análisis multivariado fueron factores predictores de mortalidad independientes la existencia de IQ (OR 11,2, p = 0,01), el tratamiento conservador cuando existía IQ (OR 11,8, p = 0,01) y el desarrollo de insuficiencia cardiaca (OR 12,1, p = 0,01), infarto agudo de miocardio (OR 65,2, p = 0,01) y shock séptico (OR 30,1, p = 0,01).
Factores asociados a mortalidad |
|||
Fallecidos (n = 19) |
No fallecidos (n = 66) |
p |
|
Edad media (años) |
65,5 ± 15,5 |
69,4 ± 14,3 |
0,33 |
Varones |
17 (89,5%) |
49 (74,2%) |
0,22 |
Índice Charlson ajustado por edad |
6 ± 1,9 |
4,1 ± 2,6 |
0,16 |
Tiempo al diagnóstico < 1 mes |
7 (36,8%) |
22 (33,3%) |
0,17 |
EI nosocomial |
9 (10,5%) |
23 (27,1%) |
0,32 |
EI nosocomial + asociada a cuidado sanitario |
10 (11,8%) |
26 (30,6%) |
0,3 |
Valvulopatía previa |
9 (47,4%) |
19 (28,8%) |
0,04 |
EI sobre válvula protésica |
10 (52,6%) |
49 (74,2%) |
0,07 |
EI sobre v. mitral |
6 (31,6%) |
23 (34,8%) |
0,79 |
EI sobre v. aórtica |
13 (68,4%) |
32 (48,5%) |
0,13 |
EI sobre cable de estimulación |
1 (5,3%) |
13 (19,7%) |
0,14 |
Insuficiencia cardiaca congestiva |
11 (57,9%) |
16 (24,2%) |
0,01 |
IAM |
3 (15,8%) |
1 (1,5%) |
0,01 |
Ictus embólico |
5 (26,3%) |
7 (10,6%) |
0,08 |
Shock séptico |
6 (31,6%) |
3 (4,5%) |
0,01 |
Insuficiencia renal aguda |
12 (63,2%) |
27 (40,9%) |
0,09 |
Conclusiones: La EI presenta elevada mortalidad intrahospitalaria. El 43,5% de los casos fueron nosocomiales o asociados a cuidados sanitarios. Fueron factores de riesgo independientes de mortalidad la IQ, el tratamiento conservador cuando existía IQ y las complicaciones durante la evolución (ICC, IAM y shock séptico). No han demostrado ser factores de peor pronóstico la edad y morbilidad de los pacientes, el microorganismo responsable ni el lugar de adquisición. Pese a las limitaciones metodológicas derivadas del tamaño muestral, parece que una actitud más agresiva es un factor que pudiera mejorar la supervivencia de esta entidad.