Objetivos: Describir las características epidemiológicas, clínicas, microbiológicas y pronósticas de los episodios de endocarditis infecciosa (EI) izquierda complicada con embolias en el sistema nervioso central (SNC).
Métodos: Se analizaron 724 episodios de EI izquierda diagnosticados consecutivamente entre los años 1996 y 2011, y se clasificaron en 2 grupos: Grupo I (N = 149), pacientes con EI complicada con embolia en el SNC sintomática, y Grupo II (N = 575), episodios de EI sin esta complicación.
Resultados: La distribución por edad (62 ± 15 vs 64 ± 14; p = 0,209) y género fue similar. El antecedente de cardiopatía previa (59,1% vs 69,2%; p = 0,05) fue más frecuente en el Grupo II, y este grupo recibió antibióticos en los 15 días previos al ingreso más frecuentemente que los pacientes del Grupo I (26,2% vs 39,2%; p = 0,007). En el 69,1% de los episodios del Grupo I, las embolias cerebrales ya estaban presentes al ingreso. El 21,7% de los episodios fueron hemorrágicos y el 78,3%, isquémicos. En el Grupo I, la detección de aneurismas micóticos fue más frecuente (3,4% vs 0,5%; p = 0,011). Perfil microbiológico: S. aureus (23,6% vs 13,9%; p = 0,004) se aisló más frecuentemente en el Grupo I, mientras que Enterococcus (5,4% vs 11%; p = 0,042) lo fue en el Grupo II. Al ingreso, la presencia de lesiones cutáneas (19,5% vs 7,3%, p < 0,001), coma (8,1% vs 1,2%; p < 0,001) y abdomen agudo (4% vs 0,7%; p = 0,007) fue más común en el Grupo I. La infección de la válvula mitral ocurrió más frecuentemente en el Grupo I (50,3% vs 33,3%; p < 0,001), así como la detección de vegetaciones (89,9% vs 80%; p = 0,005), pero el tamaño de éstas y la incidencia de complicaciones perianulares fue similar en ambos grupos. No hubo diferencias en el desarrollo de insuficiencia cardíaca o shock séptico durante la hospitalización. La aparición de embolias esplénicas (20,8% vs 5,9%; p <= 0,001) y renales (5,4% vs 1,2%; p = 0,005) fue más común en el Grupo I. El porcentaje de pacientes que recibieron cirugía fue similar en ambos grupos (19,8% vs 21,6%; p = 0,535); sin embargo, en el Grupo I el tiempo desde el diagnóstico hasta la cirugía fue mayor (13 días vs 9 días; p = 0,008). La mortalidad (37,6% vs 27,1%; p = 0,012) fue mayor en el Grupo I.
Conclusiones: Los pacientes con EI y embolias cerebrales tienen un perfil microbiológico más virulento. Estos pacientes desarrollan más frecuentemente embolias sistémicas y su mortalidad es más elevada.