Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La obesidad es un importante factor de morbimortalidad cardiovascular. Sin embargo, se han encontrado mejores resultados en pacientes obesos sometidos a cirugía de sustitución valvular aórtica. La evidencia de esta “paradoja de la obesidad” en pacientes sometidos a implante percutáneo de prótesis aórtica (TAVI), es controvertida. Analizamos el efecto pronóstico del IMC (Kg/m2) en este grupo. Métodos. Se incluyeron consecutivamente a 235 pacientes sometidos a TAVI en nuestro centro. Según el IMC se dividieron en normopeso (18,5-25 Kg/m2), sobrepeso (25-30 Kg/m2) y obesidad (> 30 Kg/m2). Comparamos los resultados entre los grupos en cuanto a mortalidad intrahospitalaria y durante el seguimiento.
Resultados: La edad media de los pacientes era de 81 ± 8,1 años, siendo el 52% mujeres, y con un EuroSCORE logístico 19,3 ± 3,1. El 23% tenía normopeso, un 43% sobrepeso y un 34% obesidad. En el análisis univariado, se asociaron a mayor mortalidad niveles altos de pro-BNP (HR = 1,002; IC95% 1,001-1,003; p = 0,023), la nefropatía por contraste (CIN) (HR = 2,271; IC95% 1,179-4,376; p = 0,014) y volumen de contraste (HR = 1,002; IC95% 1,001-1,005; p = 0,046), así como la necesidad de transfusión (HR = 2,204; IC95% 1,258-3,861; p = 0,006), presentando el sobrepeso un efecto protector (HR = 0,544; IC95% 0,306-0,967; p = 0,038). En el análisis multivariado, se mantienen el pro-BNP (HR = 1,002; IC95% 1,001-1,003; p = 0,014) y la transfusión (HR = 2,371; IC95% 1,293-4,348; p = 0,005) como predictores de mal pronóstico, y sobrepeso como protector (HR = 0,512; IC95% 0,271-0,896; p = 0,034). En cuanto a la mortalidad, tras un análisis multivariado, no encontramos diferencias significativas entre los tres grupos a nivel intrahospitalario, aunque si una tendencia a menor mortalidad en el grupo de sobrepeso (9,3% normopeso, 3,0% sobrepeso y 12,7% obesidad, p = 0,052). Sí hay diferencias significativas en cuanto a la mortalidad en el seguimiento a medio y largo plazo, concentrándose en los grupos de normopeso y obesidad, con una distribución en “J” (fig.). Así, al año de seguimiento, la mortalidad es del 20,4% en normopeso y del 16,7% en obesos, mientras que en los pacientes con sobrepeso es del 9,6% (p = 0,033).
Mortalidad tras implante de TAVI en función del IMC. Distribución en "J".
Conclusiones: En nuestra serie hemos encontrado, por primera vez, una asociación entre el IMC y mortalidad con una distribución en “J”, de modo que los pacientes con sobrepeso tienen mejor pronóstico a medio y largo plazo tras implante de TAVI.