Antecedentes y objetivos: Es conocido el valor añadido que la ecocardiografía de estrés aporta respecto a la prueba de esfuerzo, ya que la observación de los cambios precoces en la cascada isquémica supone un incremento de la sensibilidad diagnóstica; sin embargo, suele producirse a expensas de un aumento de falsos positivos. El objetivo de este estudio fue analizar la sensibilidad, especificidad y valores predictivos de la prueba de esfuerzo y el ecocardiograma para predecir enfermedad coronaria angiográficamente significativa en pacientes con alta probabilidad pretest.
Métodos: Se seleccionó a 102 pacientes consecutivos que acudieron a consulta durante 2009. A todos se les realizó ecocardiograma (ECO) de esfuerzo y posterior coronariografía. Se excluyeron aquellos con un electrocardiograma (ECG) no valorable. El tamaño muestral final fue de 89 pacientes (82 % varones, edad media 65 años), con una probabilidad pretest alta de cardiopatía isquémica: el 94 % presentaba al menos 2 factores de riesgo cardiovascular (el 73 % eran hipertensos, 62 % dislipemia, 30 % diabéticos y 60 % eran fumadores), el 65 % presentaba síntomas sugestivos y el 51 % tenía historia de enfermedad coronaria.
Resultados: En el 97 % de los estudios eléctricamente positivos se confirmó la positividad por ECO. De éstos, el 87 % tenía lesión coronaria angiográficamente significativa. De los estudios eléctricamente negativos, el 76 % fueron ecocardiográficamente positivos, confirmándose por cateterismo en el 81 % de los pacientes. En ambos casos, la concordancia entre positividad por ECO y angiografía fue estadísticamente significativa (p < 0,001).
Conclusiones: El ECG positivo es un buen predictor de enfermedad coronaria, pero su sensibilidad es escasa. El ecocardiograma, además de tener un excelente valor predictivo positivo, aumenta significativamente la sensibilidad.