Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: El beneficio de la rehabilitación cardiaca (RHBC) tras un síndrome coronario agudo (SCA) en ampliamente conocido y presenta un alto nivel de evidencia en las guías de práctica clínica. A pesar de esta evidencia, en nuestro medio solo entre un 5-10% de los pacientes tiene acceso a un programa de RHBC. El objetivo de nuestro estudio es evaluar la aceptación a participar en un programar de RHBC, analizar los factores que determinan el rechazo a la participación y el efecto de la RHBC en relación a la mortalidad.
Métodos: Registro prospectivo de los pacientes ingresados en nuestro centro con el diagnóstico de SCA diferenciando el grupo que acepta y completa la RHBC como grupo intervención (GI) y el que no la realiza, por rechazo o imposibilidad, como grupo control (GC).
Resultados: De un total 228 pacientes, 120 pacientes (53%) finalizaron la RHBC formando el GI y 108 pacientes formaron el GC. No hay diferencias significativas en cuanto a edad (63 ± 14 años), sexo (86% varones en GI y 78% en GC, p = 0,08) o índice de masa corporal (media 28 ± 4). Tampoco en cuanto a presencia previa de factores de riesgo cardiovascular o comorbilidades como insuficiencia renal, vasculopatía periférica o ictus. El porcentaje de pacientes a los que se realiza revascularización percutánea, que presentan enfermedad de 3 vasos o disfunción ventricular fue igual en ambos grupos. Observamos un mayor número de pacientes sin pareja en el GC que en GI (62 frente a 79%, p = 0,027), así como antecedente de EPOC (22 frente a 8%, p = 0,005) e infarto de miocardio previo (23 frente a 12%, p = 0,02). La mortalidad en el GC al año fue significativamente superior a la del GI (9 frente a 2%, p = 0,01).
Conclusiones: El 53% de los pacientes tras un SCA completan el programa multidisciplinar de RHBC. No tener pareja, antecedente de EPOC y de infarto previo predicen una menor participación. El cumplimiento de un programa de RHBC tras un SCA reduce la mortalidad de forma significativa.