Introducción
Dra. Lina Badimón Maestro
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La arteriografía pulmonar (AGP) es aun la técnica de imagen de elección en el diagnóstico de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC). Una AGP adecuadamente obtenida e interpretada es fundamental para este diagnóstico y definir la accesibilidad quirúrgica. Dependiendo de la localización de la obstrucción trombótica en especímenes quirúrgicos, la afectación se clasifica en tipos I-IV de Jamieson (Universidad San Diego). Según lo publicado 38% son tipo II y 39,4% tipo III. Históricamente la AGP estaba contraindicada en pacientes con hipertensión pulmonar grave, actualmente presenta baja morbi-mortalidad en centros con experiencia.
Objetivos y métodos: Describir los hallazgos angiográficos de las AGP realizadas a 237 pacientes evaluados en nuestro centro por sospecha de HPTEC y analizar la seguridad de la AGP. Se consideraron sugestivos de HPTEC las terminaciones saculares, membranas o bandas, irregularidades parietales, estrechamiento vascular abrupto y obstrucción vascular completa. En función de la obstrucción angiográfica se clasificaron en tipos I-IV de Jamieson. La afectación tipo I y II y en algunos casos la III se consideró accesible quirúrgicamente.
Resultados: Entre febrero 2005 y abril de 2015 realizamos arteriografía pulmonar a 237 pacientes por sospecha de HPTEC. Los datos clínicos, hemodinámicos y hallazgos angiográficos se describen en la tabla. Según la apariencia angiográfica, la afectación tromboembólica más frecuente en nuestra población fue la tipo II de la clasificación de Jamieson (63,4%), mucho mayor que lo publicado a partir de especímenes quirúrgicos, seguida de la tipo III (29,5%). La suma de I+II, accesibles quirúrgicamente fue 66%. El efecto secundario más frecuente fue la tos (6%). Sólo un paciente refirió náuseas (0,4%). Hubo dos hematomas femorales que precisaron trasfusión (0,8%). No hubo ninguna complicación grave (perforación/infarto pulmonar/exitus) relacionada con el procedimiento. Un paciente, con diagnóstico confirmado de HPTEC, presentó muerte súbita a las 48 horas del procedimiento, estimándose como causa TEP masivo.
Datos clínicos, hemodinámicos y hallazgos angiográficos |
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Edad media |
55 (19-86) |
Sexo |
52% mujeres |
Dosis media de contraste (cc) |
228 |
Duración media procedimiento (minutos) |
64 |
Tiempo medio de escopia (minutos) |
16 |
Acceso venoso |
Vena femoral: 195 pacientes |
Vena yugular: 35 pacientes |
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Vena antebrazo: 7 pacientes |
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Presión arterial pulmonar media |
45 mmHg |
Índice cardiaco |
2,4 L/min/m2 |
Presión de aurícula derecha media |
8,44 mmHg |
Resistencias vasculares pulmonares |
9,05 U.Wood |
Saturación de oxígeno en arteria pulmonar |
61,42 % |
Saturación arterial periférica de oxígeno |
90% |
Diagnóstico |
HPTEC: 229 pacientes |
Sarcoma: 7 pacientes |
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Arteritis de Takayasu: 1 paciente |
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Clasificación Jamieson |
Tipo I (arterias principales): 2,6% |
Tipo II (arterias lobares): 63,4% |
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Tipo III (segmentarias y/o subsegmentarias): 29,5% |
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Tipo IV (vasculopatía arteriolar sin evidencia de material tromboembólico en el árbol vascular): 4,8% |
Conclusiones: La arteriografía pulmonar en pacientes con sospecha de HPTEC e hipertensión pulmonar grave es un procedimiento seguro y muy bien tolerado, sin complicaciones graves. Angiográficamente, dos tercios de los pacientes (66%) presentan afectación proximal, tipos I+II de la clasificación de Jamieson.