Introducción: En la cirugía de revascularización, el infarto de miocardio perioperatorio (IMP) es relativamente frecuente y conlleva peor pronóstico. Conocer sus causas puede ayudar a evitarlo.
Material y métodos: Estudio prospectivo observacional de 102 pacientes (64,8 ± 9,4 años, 72 % varones), sometidos a cirugía de revascularización primaria y aislada. La mitad intervenidos sin CEC (51). Se definió IMP, utilizando criterios enzimáticos y electrocardiográficos. Se utilizó un análisis de regresión logística multivariado para conocer los predictores de IMP. Se estudió el impacto del IMP a corto y largo plazo (36,2 ± 17,5 meses).
Resultados: Los pacientes con IMP (n = 12, 11,8 %), en el hospital, tuvieron mayor mortalidad (25 % vs 3,3 %, p = 0,003), más insuficiencia cardiaca (58,3 % vs 7,8 %, p = 0,001), drogas inotrópicas (75 % vs 20 %, p < 0,001) y balón de contrapulsación (42 % vs 17 %, p = 0,040). El uso de CEC no influyó (11,8 % vs 11,8 %, p = 1). A largo plazo, el IMP se asoció a mayor mortalidad pero sin significación (16,7 % vs 8,3 %, p = 0,354). En un análisis de regresión logística multivariado, los predictores independientes de IMP fueron: diabetes mellitus (p = 0,042, OR 11,76, IC95 % (1,09-125)), la ausencia de tratamiento antiplaquetario preoperatorio (p = 0,050, OR 13,8 IC95 % (1,002-200)), la ausencia de estatinas preoperatorias (p = 0,027, OR 13,15 IC95 % (1,34-125)) y la transfusión de plaquetas (p = 0,006, OR 28,5 IC95 % (2,6-333).
Conclusiones: La incidencia de IMP en nuestra población es alta y se asocia a peor pronóstico. La diabetes mellitus, la ausencia de antiagregantes o estatinas preoperatorias, y la necesidad de trasfusión de plaquetas se asociaron a un mayor riesgo de IMP.