Introducción
Dr. Arturo Evangelista Masip
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: La fibrilación auricular no valvular (FANV) no es una arritmia benigna, sino que se asocia con un aumento de mortalidad relacionado fundamentalmente con el riesgo de sufrir accidentes tromboembólicos, sobre todo ictus. El uso de anticoagulantes (ACO) reduce este riesgo, pero aumenta el de sufrir hemorragias graves. La existencia de patología cardiaca asociada puede influir igualmente sobre el pronóstico. Nuestro objetivo es analizar la posible relación de la existencia previa de insuficiencia cardiaca (IC) con el pronóstico de la FANV, en una serie contemporánea de pacientes tratados con rivaroxabán.
Métodos: Para ello, hemos analizado una serie de 1.328 pacientes con FANV, anticoagulados con rivaroxabán durante al menos los 6 meses previos, incluidos de forma consecutiva en el primer semestre de 2017 en 88 centros españoles (estudio EMIR), y seguidos durante al menos 1 año, y hemos comparado la incidencia de eventos cardiacos y no cardiacos en los subgrupos con (n = 283, 21,3%) o sin (n = 1.045, 78,7%) IC.
Resultados: La edad media fue 74,1 ± 9,7 años, siendo mujeres el 44,5%. El CHA2DS2-VASc fue 3,4 ± 15 y el HAS-BLED 1,5 ± 1,0. El 77,5% recibían 20 mg/día de rivaroxabán y el 22,5% 15 mg/día. El 21,3% tenían historia previa de IC. Los pacientes con IC previa presentaron una mayor incidencia anual de eventos cardiacos graves (muerte cardiaca, muerte súbita, eventos coronarios e ingresos por IC (3,36 frente a 0,40/100 pacientes/año; p < 0,001), pero no hubo diferencias en la tasa de ictus/embolias sistémicos (0,40 frente a 0,50/100 pacientes/año; p = 0,999) ni en la de hemorragias mayores (1,40 frente a 0,80/100 pacientes/año; p = 0,296).
Conclusiones: La existencia previa de IC en pacientes con FANV anticoagulados con rivaroxabán se asocia a una significativamente mayor tasa de complicaciones cardiacas (muerte cardiaca, eventos coronarios agudos e ingresos por IC), pero no aumenta la incidencia de ictus ni hemorragias mayores.