Introducción: A pesar de ser estrictos en la selección de pacientes, continua habiendo un 35 % que no responden a la terapia de resincronización cardiaca (TRC). Por ello, se están buscando métodos simples para la optimización.
Objetivos: Evaluación de la relación entre los cambios hemodinámicos agudos y la duración y/o morfología del QRS.
Métodos: Se evaluaron 18 pacientes a los que se implantó un dispositivo de TRC (65 ± 9 años, 61 % hombres, 100 % NYHA III, 100 % ritmo sinusal, 94 % desfibrilador, cardiopatía isquémica 28 %, FE VI 24 ± 5 %, QRS basal 138 ± 18 ms). En ellos, se optimizó el intervalo AV mediante “fusión” del QRS (en busca del QRS más estrecho) y posteriormente se determinó de forma invasiva la dP/dt máxima mediante una guía de presión intraventricular izquierda (Vulcano®) durante estimulación con diferentes configuraciones: nominal, ritmo propio y AV óptimo con VV0, VV-30 ms, VV+30 ms y sólo VI. Las mediciones se realizaron de forma ciega a la programación del dispositivo y a la duración del QRS.
Resultados: La tabla muestra los datos obtenidos en cada configuración. El mejor QRS se obtuvo con VV0 en 9 p (50 %), VV-30 en 6 p (33 %) y con VV+30 en 3 (17 %), y un intervalo AV programado de 144 ± 38 ms. La dP/dt basal se incrementa de forma significativa con estimulación biventricular en todas las configuraciones probadas (t-test pareado con p < 0,01 en todos los casos). Mediante un modelo lineal general univariante se obtuvo una correlación significativa entre la duración del QRS y la dP/dt máxima con un índice de correlación R2 de 0,859 (p < 0,001).
Conclusiones: Existe una correlación significativa entre la mejoría hemodinámica aguda en respuesta a la TRC y la duración del QRS. La optimización de la programación mediante el electrocardiograma podría mejorar la tasa de respondedores a la TRC.