Antecedentes y objetivos: Los inhibidores de la calcineurina (ICN) son la principal causa de disfunción renal (DR) tras el trasplante cardiaco (TC). El everólimus (EVE) posee efecto protector renal. El objetivo del presente trabajo es presentar la experiencia inicial de nuestro centro con el uso de EVE en pacientes en los que se introduce por DR.
Material y métodos: Del total de 604 TC de nuestro centro, analizamos 32 en los que se introdujo EVE por DR con seguimiento de un año. Analizamos el perfil clínico de los pacientes, estrategia (minimización del ICN vs conversión), complicaciones surgidas, tasa y causa de suspensión del ISP y evolución de la función renal. Consideramos que existía rechazo cuando requirió de tratamiento específico e infección cuando ésta motivo o prolongó un ingreso hospitalario. Estimamos el aclaramiento de creatinina mediante el MDRD y el filtrado glomerular (FG) por Crockoft-Gault.
Resultados: El 87,5 % era varones y la edad media fue de 63 ± 9 años. La introducción de EVE se produjo a los 96 ± 42 meses tras el TC. La estrategia fue de minimización del ICN en el 9,4 % y de conversión total en el 90,6 % de los casos. Los valores de la creatinina, ClCr y FG se muestran en la tabla. Tras la introducción de EVE un 15,6 % sufrió un episodio de rechazo y un 34,3 % una infección. La tasa de suspensión de EVE fue del 9,3 %. Hubo dos exitus (6,25 %).
Conclusiones: El EVE es en general bien tolerado, con pocas complicaciones y baja tasa de suspensión. Su principal complicación son las infecciones. Tras su introducción se observa una mejora de la función renal, especialmente a corto plazo.