Introducción
Dr. Luis Rodríguez Padial
Presidente del Comité Científico del Congreso
Comité ejecutivo
Comité de evaluadores
Índice de autores
Introducción y objetivos: El implante valvular aórtico transcatéter (TAVI) es una alternativa a la cirugía para el tratamiento de la estenosis aórtica con resultados comparables en pacientes de riesgo intermedio-alto. La cirrosis hepática es un factor de riesgo en pacientes sometidos a cirugía cardiaca y algunos estudios sugieren que también podría serlo en TAVI. Sin embargo, la enfermedad hepática no se contempla en las escalas de riesgo más utilizadas y no se conocen los resultados de TAVI en estos pacientes. Nuestro objetivo fue comparar los resultados de TAVI en pacientes con y sin hepatopatía usando un análisis de propensión.
Métodos: Se incluyeron 114 pacientes con enfermedad hepática crónica de 12 centros con programa de TAVI. Así mismo, se analizaron el resto de pacientes sometidos a TAVI en 3 de dichos centros (n = 1118). Se calculó un índice de propensión con las siguientes variables: edad, sexo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, clase funcional de la NYHA, filtrado glomerular, EuroSCORE logístico y gradiente aórtico medio. A partir de este índice se creó una cohorte pareada 1:1 de pacientes sin hepatopatía (n = 114).
Resultados: La prevalencia de enfermedad hepática crónica en pacientes sometidos a TAVI fue del 2,3%. Los hepatópatas eran más jóvenes (75,3 ± 8,4 frente a 81,8 ± 6,6 años, p < 0,01), más frecuentemente varones (61,4 frente a 44,0%, p < 0,01) y con menor EuroSCORE (7,3 frente a 15,7; p < 0,01) comparado con aquellos sin hepatopatía. Al comparar las 2 cohortes pareadas mediante el índice de propensión, la mortalidad operatoria y los sangrados mayores o que amenazan la vida fueron mayores en el grupo de hepatopatía, pero sin diferencias significativas (7,3 frente a 3,7%; p = 0,34 y 14,0 frente a 10,5%; p = 0,18). La incidencia de daño renal agudo fue mayor en el grupo con enfermedad hepática (31,0 frente a 13,1%, p = 0,02). A los 2 años la mortalidad global y cardiovascular fue similar entre los grupos (36,6 frente a 25,3%, p = 0,07 y 9,4 frente a 6,9%, p = 0,43). Sin embargo, la mortalidad no cardiovascular fue mayor en el grupo con hepatopatía (26,4 frente a 14,8%, p = 0,03). El pronóstico de los pacientes sin hepatopatía fue similar al de aquellos con Child-Pugh (CP) A y mejor que los de CP B o C (figura).
Supervivencia a los 2 años en pacientes con y sin enfermedad hepática sometidos a TAVI. 1A. Mortalidad por todas las causas. 1B. Mortalidad cardiovascular. 1C. Mortalidad no cardiovascular.
Conclusiones: La TAVI es una opción válida para el tratamiento de pacientes con hepatopatía crónica con resultados intrahospitalarios y a medio plazo aceptables. Sin embargo, la mortalidad no cardiaca a los 2 años es mayor.