Introducción
Dr. Juan José Gómez Doblas
Presidente del Comité Científico del Congreso
Vicepresidente de la SEC
Comités ejecutivo, organizador y científico
Comité de evaluadores
Listado de sesiones
Índice de autores
Introducción y objetivos: La cirugía urgente es el tratamiento de elección del síndrome aórtico agudo (SAA) tipo A. Sin embargo, los pacientes con shock en ocasiones son rechazados para cirugía por su elevado riesgo quirúrgico. El objetivo del presente trabajo es evaluar las características clínicas de los pacientes con SAA tipo A que debutan con shock y el papel de la cirugía sobre su pronóstico.
Métodos: RESA-III es un registro multicéntrico español que incluye 30 hospitales de referencia para el tratamiento del SAA. Desde enero-2018 a diciembre-2019 se recogieron de forma prospectiva 754 pacientes con SAA. De ellos, 521 fueron tipo A (población de estudio). Se clasificaron en dos grupos según se presentasen con shock (N = 97) o no (n = 424) al diagnóstico. Se definió el shock como la presencia de hipotensión grave (tensión arterial sistólica < 80 mmHg) a pesar de resucitación con volumen y que requiriera vasopresores.
Resultados: Los pacientes con shock fueron mayores (66,2 ± 11,4 vs 63,4 ± 11,7 años, p = 0,03). Con respecto a la presentación clínica, el síncope (45,4 vs 10,1%, p < 0,001), el taponamiento cardiaco (36,2 vs 9%, p < 0,001) y la insuficiencia renal (28,9 vs 18,2%, p = 0,018) fueron más frecuentes en el grupo-shock. No hubo diferencias en la insuficiencia aórtica (51,6 vs 46,7%, p = 0,396) y la malperfusión periférica (12,4 vs 12,7%, p = 0,922) entre los grupos. Las ramas proximales de la aorta estuvieron más frecuentemente afectadas en el grupo-shock: tronco braquiocefálico (50,5 vs 35,4%, p = 0,006), carótida izquierda (35,1 vs 21,5%, p = 0,005) y derecha (29,9 vs 17,2%, p = 0,005). Los pacientes en shock requirieron en mayor medida intubación al ingreso (40 vs 9,1%, p < 0,001). Además, tuvieron más complicaciones isquémicas en el postoperatorio: miocárdica (p = 0,039), renal (p = 0,025) y paraplejia (p = 0,021). La mortalidad intrahospitalaria fue mayor en el grupo-shock (48,5 vs 27,4%, p < 0,001). La cirugía se asoció con una reducción de la mortalidad en ambos grupos (figura). Dentro del grupo-shock, la cirugía se asoció de forma independiente con una reducción de la mortalidad (tabla; reducción absoluta de riesgo 59,7%, NNT = 2).
Análisis multivariado de regresión logística para mortalidad en los pacientes con SAA tipo A que se presentan con shock |
||
Variable |
OR (IC95%) |
p |
Cirugía |
0,03 (0,00-0,32) |
0,003 |
Dolor torácico posterior |
0,29 (0,08-1,06) |
0,068 |
Taponamiento |
0,46 (0,15-1,44) |
0,184 |
Valvulopatía aórtica |
0,56 (0,13-4,79) |
0,434 |
Edad |
1,01 (0,96-1,06) |
0,640 |
Atención directa en centro de referencia |
1,75 (0,62-4,9) |
0,291 |
Ictus |
1,21 (0,31-4,79) |
0,784 |
Necesidad de intubación |
3,02 (1,04-8,82) |
0,043 |
IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio. |
Impacto de la cirugía sobre la mortalidad de los pacientes con SAA tipo A con y sin shock al diagnóstico.
Conclusiones: El shock es una forma de presentación extrema del SAA tipo A que se asocia con un elevado riesgo de complicaciones isquémicas y una alta mortalidad. Sin embargo, incluso en condiciones tan adversas la cirugía se asocia con una reducción muy significativa de la mortalidad.